Archivo del Autor: Emilio Quintana Pareja

Emilio el Moro: «Fandango de Cantimpalo» (1972)


Fandango del cantante flamenco-kitsch Emilio el Moro (1923-1987): «Porque allí no hay faldas mini / me gusta Torremolinos/ porque allí no hay faldas mini / las suecas por los caminos / van luciendo sus bikinis / y qué bikinis, amigo». Emilio el Moro era propietario de una tienda de helados al final de calle Aladino.

Einar Jolin y España

Pepita García (1929) es un óleo de Einar Jolin (1890–1976). Jolin estuvo por primera vez en España en 1920. En la primavera de 1924 fue de nuevo con su primera mujer Britt von Zweigbergk. Pintó las corridas de toros en un estilo elegante, diferente del usado por su amigo Gösta Adrian-Nilsson (GAN).
Calle de Málaga (1934)
I spansk dräkt (Mujer con mantilla, 1937)

Lope de Vega: Järnvattnet i Madrid (1930)

Elsa Carlsson (Belisa) y Anna Hammarén (Teodora) en la puesta en escena de Järnvattnet i Madrid (El acero de Madrid, 1603) de Lope de Vega, puesta en escena en forma de comedia de humor con elementos de revista (actores que usaban en algunos momentos trajes de torero) a cargo de Knut Egron Ström. La traducción de Karl-August Hagberg se remonta a 1907.

En 1930 se representó en Gotemburgo y en 1931 fue al Dramaten de Estocolmo. Munkbroteatern 24/09/1957

Y tú… ¿qué haces? (Och Vad Gör Du?, Ricardo Vaños, 1937)

Y tú… ¿qué haces? (Ricardo de Baños, 1937) es una película de propaganda en realizada por el Sindicato de la Industria del Espectáculo de Barcelona (CNT/FAI). Dirección musical de Jaime Mestres, con las orquestas Demon´s y Napoleon´s.

Mediante escenas de ficción e imágenes de archivo, se condena la actitud cobarde de los jóvenes que viven alegremente en la retaguardia sin participar en la lucha en los frentes y sin atender más que a su propio egoísmo. Sólo se conserva la versión que se mandó a Suecia: tillägnad svenska arbetare. Reparto: José Baviera, Isa España, E. del Barrero, Matilde Artero, Modesto Cid, E. C. Espinosa.

El protagonista del filme es Manolo, un joven trabajador que tras el golpe militar se incorpora a las milicias para luchar por la libertad. Contrasta con esta actitud la del novio de su hermana, que prefiere seguir acudiendo a los bailes y que ve despectivamente la actitud revolucionaria de la familia de Manolo. Para describir la actividad del protagonista en el frente de Aragón, se muestran imágenes de guerra procedentes de rodajes para la serie de reportajes Aguiluchos de la FAI, con la imagen sobreimpresionada de Manolo. Éste vuelve a la ciudad, con ocho días de permiso, y allí ve indignado a varios «milicianos», elegantemente uniformados y con correajes nuevos y brillantes, sentados en la terraza de un café. Su padre le comenta que éstos son emboscados, cobardes, enchufistas, «la columna sin nombre». Mientras Manolo descansa con su familia, en un cabaret actúa la orquesta «Demons’s» para grupos de jóvenes elegantes, varios de los cuales van disfrazados de milicianos. Una imagen de combatientes en las trincheras se sobreimprime al cabaret y un combatiente se dirige a los grupos que beben y bailan preguntando acusadoramente: ¿Y tú, qué haces? El permiso se acaba y Manolo se prepara para marchar al frente. Mientras se despide de la familia llega el novio de la hermana que, arrepentido, marcha también a combatir. La imagen de Manolo, nuevamente en las trincheras, da paso a un rótulo que anima a defender la libertad.

La mayor parte de los diálogos de las escenas que se desarrollan en la casa de la familia protagonista son inaudibles.

Lars Pranger cumple 89 años

Lars Pranger (Ronneby, 1934) formó parte del grupo de artistas que se afincó en Torremolinos a principios de los años 60, alojándose principalmente en la zona del Bajondillo (molino de la Bóveda, casa «del volcán», etc.). En 1963 expuso por primera vez sus obras en la sala de fiestas Lali Lali 1. También el bar Pedro´s acogió una performance de Pranger y de su amigo Aymon de Roussy de Sales.

Pranger es uno de los personajes del libro Excéntricos en la Costa del Sol.

  1. La que tenía a la entrada de Torremolinos lord Timothy Willoughby de Eresby

Suecos en Torremolinos (1971)


Foto publicada en la revista Hennes (1961-2009)

Manuel Chaves Nogales en la prensa sueca (1938)

En Svenska Dagbladet publica varios artículos, bajo la prestigiosa rúbrica «Under strecket». Se le anuncia como ex redactor jefe de Ahora y como colaborador exclusivo del periódico sueco:

  • 20 junio 1938. «Francos Spanien» («La España de Franco», p. 3 y 9).
  • 22 junio 1938. «Republikanernas Spanien» («La España republicana», p. 3 y 11)
  • 6 noviembre 1938. «Medling i Spanien djupa ledens önskan» («Deseo profundo sobre una mediación en España», p. 3 y 15)
  • 23 diciembre 1938. «Den nya skede i Spanienskriget» («La nueva fase de la guerra española», p. 3 y 9)
  • 28 enero 1939. «Monarki i Spanien?» («¿Monarquía en España?», p. 3 y 9)
  • Por lo demás, el 9 de agosto de 1936 Dagens Nyheter se hace eco de un texto de Chaves Nogales en el que dice que la guerra española no es una guerra entre fascismo y comunismo.

    Fotos de escritores españoles de Kjell A. Johansson

    Kjell A. Johansson (1935-2021) fue uno de los mayores conocedores y divulgadores de la literatura española en Suecia durante el siglo XX. Conoció personalmente a muchos de ellos. En su libro Spansk och katalansk prosa under diktatur och demokrati (1993) reproduce fotografías propias de 7 de ellos. Las publico aquí. No sé cuándo fueron tomadas ni dónde. Delibes, Goytisolo, Antonio Ferres, Buero Vallejo, Cela, Fernández Santos, Juan Marsé.

    La escultora danesa Eva Aggerholm (1879-1959) en España

    Eva Preetsman Aggerholm (Sæby, Dinamarca, 1879-Madrid, 14 de enero de 1959) nació en Dinamarca en el seno de una familia acomodada, lo que le permitió recibir una excelente educación y viajar a diferentes ciudades 1. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Copenhague para seguir su formación en París en la Academia Humbert en 1908. Allí perfeccionó su estilo, específicamente en el estudio de Bourdelle, discípulo de Rodin. En ese periodo conoce al pintor español Daniel Vázquez Díaz, con el que se casará en 1911,​ convirtiéndose al catolicismo y obteniendo la nacionalidad española.​

    En 1915 se instala en España, junto a su familia. Una de sus esculturas se reprodujo en Ultra. Participó en la Exposición de Arte Español por la Sociedad de Artistas Ibéricos (1932) en Copenhague, realizada en la Galerie Flechtheim de Charlottenborg, junto con otros artistas entre los que se encuentra Ángeles Santos Torroella. Su marido la retrata en Maternidad (1911).

    José Francés reconoce en ella influencias nórdicas, de donde procedería su ancestral espiritualidad y su misticismo.

    Dibujo de Eva Aggerholm (Ultra, 11, 20 mayo 1921)

    1. Su formación la llevó a realizar una traducción de Tina de Herman Bang, del danés al alemán.

    Selma Lagerlöf: Las monedas de don Arne (1997)

    Traducción del original Herr Arnes penningar (1904) hecha por Miguel Benito. Invandrarförlaget, 1997.

    En la pasada feria del libro de la ciudad de Gotemburgo, encontré en el pabellón de la editorial de los inmigrantes, Invandrarförlaget, Las monedas de don Arne, novela corta escrita por Selma Lagerlöf. La traducción, precisa y con impecable manejo gramatical, corresponde a Miguel Benito, de quien se sabe nació en España, es bibliotecario de profesión y, además, responsable de la Casa del Inmigrante en la sureña ciudad de Borås.

    Cada vez que, en estas tierras tan lejanas, topo con algún libro en español mi espíritu siente entonces un gran deleite, que se hace doble si los autores son escandinavos. Y es por aquello de los amigos interesados en la literatura que viven al otro lado del Atlántico y que en sus misivas preguntan a menudo por los escritores de los países nórdicos. Pues bien, en esa ocasión mi complacencia fue de rubros mayores, pues la autora es una de las que más ha influido en las letras latinoamericanas y su realismo mágico. Selma Ottiliana Lovisa Lagerlöf nació el 20 de noviembre de 1858 en Mårbacka, un villorrio que produce la mejor harina de avena en todo Suecia y que está ubicado en la región de Värmland. La escritora fue desde su nacimiento endeble y enfermiza y sus padres creyeron equivocadamente que sus días en esta vida no serían muchos. Hija del matrimonio compuesto por el teniente Erik Gustaf Lagerlöf y la señora Louise Wallroth.

    La situación económica de la familia permitió que la pequeña Selma fuera educada en casa con ayuda de maestros privados. Influida, tal vez, por el ambiente religioso que reinaba en su hogar ingresó al seminario de Estocolmo. Años más tarde egresó de allí formada para ser maestra de niñas. Trabajó como tal desde 1885 hasta 1895 en la ciudad de Landskrona. Y es a partir de ese período que empieza su proceso de creación literaria que, entre otras hazañas, habría de romper con la pétrea influencia naturalista en la cual se encontraba la literatura sueca de la época. Su tenaz actividad en el mundo de las letras motivó en 1907 a la Universidad de Uppsala a concederle el titulo de doctor honoris causa. Dos años más tarde se le concede también el premio Nobel de Literatura y en 1914 se convierte en la primera mujer que ocupa un puesto en la Academia Sueca.

    Murió un día de marzo cuando ochenta y dos años bien vividos, empezaban a encorvar su espalda. Una de sus primeras obras fue La saga de Gösta Berling. Luego vendrían Jerusalem I y II, y antes de que escribiera el pedagógico relato El fantástico viaje de Nils Holgersson a través de Suecia, publicó una corta historia de miedo que bautizó como Las Monedas de don Arne. Dicho relato fue escrito en 1903 y trata, a vuelo de pájaro, de tres soldados irlandeses que asesinan en su casa y sin clemencia alguna al pastor Arne y toda su prole, para robarle una urna llena de monedas. De esta masacre, a la colombiana, se salva milagrosamente Elsalill, una joven criada, quien es recogida por un pobre vendedor de bagres llamado Torarin y que vive en el puerto de Marstrand. Semanas más tarde Elsalill topa por pura casualidad con uno de los soldados irlandeses, sir Archie, y sin saber que es uno de los autores de la masacre entabla con él un romance.

    El asesino sir Archie y sus dos amigos se hallan en este puerto a la espera del barco que supuestamente los llevará de regreso a su país. Pero el hielo tiene prisionero al barco. Y así es como poco a poco entra en el relato esa fuerza narrativa donde los difuntos hablan y tienen sus radios de influencia. La hija del pastor Arne baja de los cielos a lavar platos en una sucia taberna del puerto. Pero además, nos encontramos con un puñado de almas en pena que cierran las puertas del mar y un perro que presiente allende los bosques la presencia de la muerte. La realidad y el sueño aparecen en este relato como hermanas gemelas capaces de engañar a los espejos. A pesar del arrobo en que nos sumerge la lectura del cuento debemos, de vez en cuando, hacer pausa para reflexionar y tomar partido sobre las frases sueltas que la autora escribe para presentar los conflictos sociales. Esa amalgama de conductas humanas más fuerzas sobrenaturales, pasiones imposibles y supersticiones, hacen que Las monedas de don Arne sea uno de los textos literarios que al ser leídos nos depara un montón de placer. En la mayoría de los artículos que se han escrito sobre la vida de Selma Lagerlöf se destaca la importancia del culto y refinado ambiente familiar en que creció y que influyó sobremanera en su posterior creación literaria.

    Acostumbrada de niña a escuchar y contar historias, enriqueció ese talento con la lectura de las sagas venidas de Islandia. Por ello no es gratuito que muchos de los elementos existentes en la técnica narrativa de la autora sean puntales que otrora fueron imprescindibles en la forma narrativa de los escritores islandeses. Es así como los personajes son descritos a través de sus actuaciones, que a su vez son redactadas con un lenguaje sencillo y de la vida cotidiana. Es también tradición que un personaje importante se presente en forma sucinta antes de entrar en actuación. "En el tiempo en que el rey Federico II de Dinamarca reinaba sobre Bohuslän, vivía en Marstrand un pobre pescador que se llamaba Torarín. Era un hombre humilde y endeble. Tenía un brazo paralizado, de manera que no era capaz de pescar ni de remar". De esta manera, por ejemplo, escribe Selma Lagerlöf al comienzo de la novela Las monedas de don Arne. Tampoco existe en esta técnica de narrar sencillo el tono conmovedor, reservado para los momentos dramáticos, sino que se describe de manera escueta, para así minimizar el momento de la tragedia.

    Sobre la masacre cometida sólo sabemos, por boca de unos de los moribundos, que "Don Arne y su gente han sido asesinados esta noche por tres hombres que entraron trepando por el agujero de ventilación del tejado e iban vestidos con pieles velludas". En fin, material para un ensayo sobre las influencias y particularidades narrativas de Selma Lagerlöf, tendríamos de sobra. Si es que por casualidad existe algún rasgo en la obra de la escritora que no haya sido objeto de disertación por parte de investigadores y los amantes de la literatura. Algo de lo que sí estoy seguro que no ha sido tratado con la disciplina que requiere, es el grado de influencia que Selma Lagerlöf ejerció sobre la literatura latinoamericana. Que se sepa, solamente uno de nuestros grandes escritores, el mejicano Juan Rulfo, reconoció abiertamente dicha influencia. Estas son palabras suyas, pronunciadas en una charla con los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela: «Los escritores nórdicos fueron en realidad la influencia que he tenido más cercana. Yo empecé a leer a los nórdicos a Knut Hamsun, a Björnsson, a Selma Lagerlöf, en fin.

    A mí siempre me ha gustado la literatura nórdica porque da la impresión de un ambiente brumoso, neblinoso, ¿no? Me gusta mucho lo triste a mí; lo triste y lo opaco.» Siendo así, no nos queda más remedio que sacar un billete de veinte coronas suecas, guiñarle un ojo a Selma Lagerlöf y volver a guardar el billete en el bolsillo del pecho izquierdo, cerca del corazón. Porque lo cierto es que mucho antes de que en los cuentos de García Márquez empezaran a caer ángeles del cielo, el pastor Arne, había regresado del mundo de los fenecidos a la casa parroquial en Solberga para impartir órdenes sobre cómo su muerte sería vengada.