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Anders Zorn en España (1881-1882 y 1884)

«Spanjorska i svart mantilj» (1882)

Anders Zorn viajó con 21 años a España, el país que más deseaba conocer, con él viajaba Emma, su mujer, en luna de miel. Así comenzó una carrera que se caracterizó por los viajes. En el otoño de 1881, Anders Zorn (1860‑1920) viaja a España en compañía de Ernst Josephson. El objetivo era ver la pintura de los grandes maestros españoles como Velázquez y Goya y pintar la vida popular española. Tras breves visitas a Madrid y Toledo, se instalaron en Sevilla, donde finalmente llegaron los pintores noruegos Hugo Birger y Christian Skredsvig.

El país ofrecía algo extranjero, exótico que lo diferenciaba del resto de Europa y que ejercía un fuerte atractivo para muchos. En España, los artistas encontraron motivos pintorescos con un toque oriental, los tonos españoles se escuchaban en la música de la época y en la literatura los motivos españoles podían funcionar para crear un ambiente. Este libro narra la etapa de Zorn en España y está profusamente ilustrado con las coloridas acuarelas fruto de la estancia acompañadas de los divertidos textos del director del museo de las colecciones Zorn

Kusinorna («Primas», 1882) que Zorn pintó en Cádiz y envió al Salón de París, y fue su primer éxito internacional.
Zorn i Spanien (Zornmuseet, Mora, 16 mayo-13 septiembre 2009)

Johan Cederlund: Zorn i Spanien (2009). La exposición incluye un total de unas 60 obras, todas acuarelas. Cederlund también ha incluido a otros viajeros españoles como Ernst Josephson, Hugo Birger, Albert Edelfeldt y Egron Lundgren. Zorn en España se inauguró en mayo de 2009 y desde entonces el museo ha experimentado un aumento del 30 por ciento en el número de visitantes, entre los que se encuentran bastantes españoles. El embajador español Enrique Viguera estuvo presente en la inauguración y ve la exposición como un ejemplo de hermandad y unión entre los dos países: «La relación de Zorn con España fue profunda, entre 1881 y 1914 visitó el país en ocho ocasiones y permaneció varios meses. La exhibición de Zorn en Cádiz fue la primera fuera de Suecia. Ahora esperamos poder llevar la exposición de Mora a España, a Cádiz, Sevilla o Málaga, por ejemplo», dice Viguera..

Uno de los amigos españoles de Zorn fue el artista Joaquín Sorolla. Ambos compartían la reverencia por Velázquez y Sorolla eventualmente llamaría a Zorn un Velázquez tardío. Por lo demás, Zorn no es tan conocido en España. El Museo del Prado tiene en su poder un cuadro, el retrato de Crista, la hija del conde Morphy. Sin embargo, no cuelga al frente. El famoso cuadro Ninfa de amor fue realizado parcialmente en Madrid.

La acuarela Modersglädje (Cádiz, febrero 1882) se subastó por un millón de coronas suecas en Bukowski el 3 de junio de 2014.

Viaje de 1884
Zorn llegó a mediados de marzo de 1884 y se instaló en Caballero de Gracia 20, una calle paralela a la Gran Vía. El embajador sueco Åkesson se aseguró de presentarlo inmediatamente a los círculos distinguidos de la ciudad. Zorn conocía a dos pintores españoles, Luis Sainz y Juan Comba y García. Le ofrecieron un lugar en sus estudios y pronto se encontró en casa con los dos. Allí pintó a Manuela, una gran acuarela que representa a un hombre de pelo negro, una belleza asomándose por detrás de un abanico, recostada en un diván, etc.

Ernst Josephson en España (1881-1882)

En la temporada 2023-2024 tendrá lugar en Waldemarsudde (Estocolmo) una gran exposición de la obra de Ernst Josephson (1851-1906). Una de las pinturas más conocidas de Josephson es «Spanska smeder» («Herreros españoles»). Está disponible en dos versiones, una de 1881 propiedad del Museo Nacional de Estocolmo y otra de 1882 propiedad de la Galería Nacional de Oslo. Ambos son óleos sobre lienzo. La principal diferencia entre las pinturas es que el fondo oscuro de la pintura original es reemplazado por luz en la versión de 1882.

Herreros españoles se considera un punto álgido en la pintura realista de Josephson antes de su enfermedad mental. Sin embargo, cuando la obra se exhibió por primera vez en 1885, fue recibida con críticas. El propio artista ha contado cómo los herreros le preguntaron si podía retratarlos de pie fuera de la fragua.

Se supone que son dos herreros gitanos de Triana. En el otoño de 1881 viaja a España en compañía de Anders Zorn. El objetivo era ver la pintura de los grandes maestros españoles como Velázquez y Goya y pintar la vida popular española. Tras breves visitas a Madrid y Toledo, se instalaron en Sevilla, donde finalmente llegaron los pintores noruegos Hugo Birger y Christian Skredsvig. La estancia dio lugar a varias composiciones figurativas con motivos locales, los más célebres entre ellos los herreros españoles, en dos versiones. Antes de regresar a París, también logró visitar Granada y Gibraltar y hacer un desvío turístico a Tánger.

Otra obra que procede de este viaje son Spansk dvärg («Enano español», 1882, Thielska galleriet) y Spansk dans (1882, Götenorg museum)

Exposición de Zuloaga en Estocolmo (1906)

La gitana (1904) entró a formar parte de la colección de la Thielska Galleriet (Estocolmo).

Exposición de Ignacio Zuloaga en Estocolmo. En la Konstnärshuset (Smålandsgatan 7), de 10 de febrero a 7 de marzo de 1906. 15 óleos, entre ellos varias obras maestras del último año.

Uno de los críticos suecos valedor del pintor español era Tor Hedberg. Reseña de Karl Wåhlin, en Ord och Bild, 15 (1906):6. Stockholm 1906, 337-41.

Extractos de las memorias de Espoz y Mina en sueco (1825)

Francisco Espoz y Mina: Utdrag af general Minas lefverne, utgivet af honom sjelf («Extractos de la vida del General Mina, publicados por él mismo»), Öfversättning från spanskan af J. P. Wåhlin, legations-predikant i London [Stockholm, Samuel Rumstedt på A. Wiborgs förlag, 1825, 31 pp.]

Johan Peter Wåhlin (1786-1861) fue predicador y pastor de la legación en la Iglesia Sueca en Londres entre los años 1818 y 1830 y luego párroco en Vingåker.

El guerrillero Francisco Espoz y Mina (1781-1836) publicó sus memorias en cinco volúmenes en Inglaterra en 1825, donde luego se instaló. En realidad las memorias las escribió su mujer.

Elección de Señorita Apelsin (Estocolmo, 1959)

En Estocolmo se presentaron 5 candidatas: Anne-Marie Machnow, Elisabeth Nyström, Cristina Ericsson, Anita Malmborg y Ulla-Britt Lindström. Se eligió el 28 de febrero a Nyström.

El 6 de marzo de 1959 se celebró el concurso final en el Ambassadeur (Kungsgatan, 18), Spanien-Gala organizada por Joaquín Herráiz. En la velada se eligieron una Señorita apelsin («Señorita Naranja») y dos «Mandarinas»: Elisabeth Nyström (Estocolmo), Beata Lowenadler (Gotemburgo), y Birgitta Friman (Malmö), las cuales fueron obsequiadas con un viaje a España, en concreto a las Fallas de Valencia de ese mismo mes.

Alma Velander-Philip

Autora de un par de libros hispanos:

Venezianska bilder: form och färg : liv och dikt (Stockholm: Wahlström & Widstrand, 1928)
Spanien: studier från Don Quijotes land (Stockholm: Wahlström & Widstrand, 1931)

El viernes 1 de marzo de 1935 por la noche tuvo lugar la primera velada de la Svensk-Spanska Sällskapet en el Grand hotell.

Estaba previsto que viniera desde Madrid José Bergamín, pero no puedo hacerlo «pa grund av oförutsedda hinder». Lo sustituyó Alma Velander-Philip con una proyección de diapositivas sobre el color en el arte español de Altamira a Zuloaga. El programa se completó con unas canciones españolas, presentadas por la señorita Rut Bissmarck con Vivan Wennberg al piano. Se cerró con cena y baile.

Per LIndberg (1890-1944)

Per August Lindberg, nacido el 5 de marzo de 1890 en Estocolmo, fallecido el 7 de febrero de 1944 en el mismo lugar, fue un actor, director, guionista, escritor y director de teatro sueco.

Lindberg fue visto como un director genial y se inspiró en Max Reinhardt y el cine expresionista alemán. Soñaba con un teatro para la gente, donde solo lo mejor del teatro se le daría a una audiencia masiva. Hijo del actor y director August Lindberg, estuvo activo en Gotemburgo entre 1918 y 1922, pasando en 1923 al Konserthuset de Estocolmo. Del 27 al 29 dirigió el Dramatiska Teater.

En 1924 Per Lindberg publicó un libro de viajes: Dagar i Kastilien («Días en Castilla»). Stockholm, Bonniers, 1924.

1927. El 1 de noviembre de 1927 se estrenó en el Dramaten una nueva puesta en escena de la obra, bajo la dirección de Per Lindberg. Traducción de Curt Berg. Decoraciones de Sandro Malmquist, música de H. Rosenberg.
1938. Hilding Rosenberg: Marionetter (1938) sobre una obra de Benavente

Sueca para todo (1970)

El vodevil de Barreby Sueca para todo se estrenó el 23 de julio de 1969 en el Teatro Cómico de Madrid. Adaptación de C. Romero. Intérpretes: Maite Toledo, Chon Molero, Nida Álvarez, Roberto Samsó, y Enrique Vera. Lorenzo López Sancho (ABC, 25 julio 1969, 61):

Ignoro quién es Barreby, qué obras ha escrito, ni dónde las ha estrenado. Desconozco, en qué ciudad, en qué país subió por vez primera a un escenario ésta que, bajo el título de Sueca para todo ha tenido el señor Romero la mala fortuna de patrocinar, como en un violento mentís a todas sus promesas y vocaciones de autor joven. Sólo sé, por Juan Emilio Aragonés, que los pocos críticos que asistieron a su estreno abandonaron el local al final del primer acto. Me enorgullezco de mi resistencia, de mi probidad profesional. Yo solo me di a la huida al final del cuadro en el que Ferdinand, disfrazado bajo el nombre de Fernand, y bajo una cortina, arrastra a la sueca hacia la alcoba. Ya no podía más, pero ahí queda esa marca de resistencia con la que aspiro a clasificarme como el crítico más paciente del año.

Cuando yo era un muchacho, comedias así se representaban en los escenarios de ciertos cafetines de Madrid y provincias. Era el café-teatro de entonces y se basaba en la trasparencia y cortedad de las camisas, en la supresión de ropajes interiores y en la celeridad de las entradas y salidas. Sueca para todo, un poquito más vestida, gracias al cuidado de nuestra censura de espectáculos, es, pese a todo, tan soez como aquellas piececillas de los años treinta. Tan soez, cierto y muclio más idiota. Los personajes son todos admirablemente imbéciles, superbamente inmorales, desde ese padre increíble que cambia de nombre e identidad con el sólo objeto de apuntarse la sueca y que goza para ello de la complicidad de su hijo, un imbécil al que la sueca se ha apuntado de la suegra del hijo, que ha cubierto el apuntamiento amoroso de la sueca y el niñato; de la propia esposa, que es meningítica de nacimiento, y de la propia sueca, una imbécil mayor que todo Escandinavia. Ni una palabra inteligente brota de los labios de estos personajes, ni un atisbo de humanidad. Todo el problema se reduce a saber si el padre desvergonzado, a fuerza de cortinajes, va a conseguir de la sueca lo que ésta con un simple estrip-tease de urgencia ha conseguido del hijo. Es ir directamente a la procacidad inútil, a la pornografía de intención. Y que conste que la pornografía puede ser un elemento justificable cuando encierra, como en Henry Miller, en Gombrowitz, una intención de catarsis, de destrucción, de salvación por la ruptura liberadora.

Si la comedia es pésima y su traducción pobre y desvergonzada, jugando a los equívocos del lenguaje que ya despreciaban las revistas del teatro Martín en los desvergonzados tiempos de Aparisi y Lacalle, la interpretación es peor, lo que supone un fabuloso salto, una marca olímpica. Roberto Samsó es el actor más vulgar, de peor gusto, de más ramplonas maneras que he visto en mi vida, y cuidado que es difícil poder ser tan categórico. Maite Toledo, ni vestida ni menos vestida logra ser importante o atractiva. Nilda Alvarez nada tiene que aportar al teatro español, y si Chon Molero logra efecto tan difícil como sintetizar la nada, Enrique Vera obtiene un éxito admirable fijando los caracteres del niño cursi y repeinado de tal manera, que supera todo lo que nuestro desconocido Barreby podría esperar de un actor. No es que pidamos a quienes asaltan en verano los escenarios matritenses que hagan el Rey Lear pero sí podríamos exigirles la malicia de buscarse algo con pimienta en vez de un guisote como éste que no hay estómago x que lo soporte. En el sistema de censura, que por principio recusamos, es inadmisible que mientras se discute largamente si es viable o no una obra de alta categoría como el Malentendu de Camus, pueda autorizarse una grosería estúpida como esta Sueca para todo que va a salirle a sus creadores sueca para nada.

Jacob de la Gardie (1768-1842) en España

Jacob Gustaf De la Gardie (Estocolmo, 1768-1842) fue un conde, militar y político sueco.

Parece que estuvo en España más de un año (agosto de 1814-septiembre de 1815), de lo que nos queda testimonio en sus diarios 1, como «envoyé extraordinaire» y «ministre plénipotentiaire» de Suecia en Madrid (2 okt. 1813; utnämnd 26 juni, instruktion 7 nov. 1813).

  1. Journal under resan till England, Frankrike och Spanien 1813, 1814, 1815. Univ.-bibl. Lund. Jmfr Wieselgren, De la Gardiska archivet, XIX.