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El philosopho sueco y lutherano desengañado (1745) del Conde de Oxenstierna

El philosopho sueco y lutherano desengañado. Pensamientos y reflexiones críticas del Conde Oxenstierna (1745) por Justino Mantuano. Librería de Mons. Symond, Ruste der, 1745. 173 pp. Traducidas del francés al castellano por Monsieur Boona.

Conozco ediciones de 1780 y 1837: Manuel Pita Impr. Madrid, 1837. VIII, 198 páginas.

Johan Turesson Oxenstierna (1666-1733) fue un conde y autor sueco. Era hermano de Gabriel Oxenstierna. Después de estudiar en Uppsala, Johan Oxenstierna abandonó Suecia en 1682 para finalizar sus estudios con un viaje al extranjero. De ésta no volvió hasta 1723. Recorrió la mayor parte de los países de Europa, se quedó especialmente en Alemania y Francia, vivió como gran señor y dilapidó su fortuna para poder vivir a su regreso del sustento de familiares y amigos.

Johan Oxenstierna se dedicó a los estudios y a la escritura. Con los moralistas franceses del siglo XVII como su modelo más cercano, escribió aforismos y breves ensayos sobre cuestiones éticas, religiosas y estéticas, elegantemente diseñados sin profundidad pero muy valorados por los contemporáneos, que lo llamaron «el Montaigne del Norte».

Amores de Ganivet y su profesora de sueco (Helsinki, 1896)

Las mujeres son muy importantes en la enseñanza de idiomas extranjeros. Un ejemplo de esto es Ángel Ganivet (Granada 1965–Riga 1898), que juntó en su breve vida el interés por las mujeres y por las lenguas.

El 1 de febrero de 1896 Ganivet toma posesión como Cónsul de 2a. en Helsinki, capital del Gran Ducado de Finlandia, provincia del Imperio Ruso. Aburrido en su cargo, decide aprender idiomas con alguna profesora particular. Encuentra un anuncio en el Hufvudstadsbladet que dice: «Clases prácticas de alemán, inglés y ruso, a cargo de M. Bergmann, de soltera Djoakoffsky, Brunnsparken 22, llamadas entre las 4 y las 5 de la tarde».

La profesora resulta ser Marie Sophie (Mascha) Djakoffsky (1871-1934) viuda de Bergmann, de 24 años. Ganivet, 31. La conoce el 9 de marzo de 1896.

Carta a sus hermanos. Helsinki, 8 de marzo de 1896: «… estoy aprendiendo sueco, y después aprenderé ruso con una señora rusa (polaca) viuda de un alemán, tres francos cada lección, y además está casi enfrente de mi casa y no cuesta molestia ir».

Carta a Francisco Navarro y Ledesma. Helsinki, 10 de marzo de 1896: «A todo esto, el sueco marcha y la polaca resulta una hembrita que para amiga sólo no tiene precio».

Carta a Nicolás María López. Helsinki, 12 de marzo de 1896: «yo ya tengo una amiga, que es mi profesora de sueco, es decir, una joven rusa, hija de polaco y alemana, con la que sostengo ratos de conversación, y que resulta un tipo rarísimo comparado con nuestras mujeres- Es bellísima en su género rubio, pero más seria que «un chavo de especias».»

Escribe a sus hermanas en Granada en marzo de 1896: «Estoy aprendiendo sueco, y después aprenderé ruso con una señora rusa, polaca, exactamente, viuda de un alemán».

En mayo llega a Helsinki su pareja de hecho Amelia. Y Mascha está de viaje por Europa. Ganivet cultiva tertulias de mujeres para hablar de libros, pintura y para practicar idiomas. Con la pintora Hanna Rönnberg (a la que visitó Foxá en 1941 y que era su celestina para las cartas a Mascha), Ella Sahlberg o Ida Waeneberg y sus hermanas.

A finales de agosto de 1896 todo se precipita. Amelia descubre el retrato que Mascha le ha mandado y la lía parda. Nos han quedado 5 cartas de Ganivet a Ella.

Referencias
Cancionero a Mascha Diakovsky. La poesía en francés de Angel Ganivet. Traducción, edición crítica e introducción de Manuel García. Sevilla, Point de Lunettes, 2014.
Roberto y Marjatta Wis. Angel Ganivet in Finlandia: studio biografico e testi. Helsinki, Société néophilologique, 1988, 104 páginas. Libro seminal en italiano y francés publicado en Finlandia.
– «Mascha Diakowski, un retrato». 1997.
– Hagelstam, Wentzel (1863-1932). «Angel Ganivet. In memoriam». En Ateneum: internationell, illustrerad tidskrift för literatur, konst och spörsmål af allmänt intresse. 1899. Con Poemas de Pio Cid y artículos de Hombres del norte.
Wentzel Hagelstam. Personer och minnen. Helsinki, Söderström & Co., 1919. Cartas de Ganivet conservadas por Mascha así como poemas en francés.

Juan de Palafox contra los países nórdicos (1631)

Juan de Palafox y Mendoza (Fitero, Navarra, 24.VI.1600 – El Burgo de Osma, Soria, 1.X.1659). Durante un largo viaje que duró dos años, a partir de 1629 y del que se ha conservado un extraordinario Diario del viaje… escrito por él, visitó Italia, Bohemia, Suecia y por los Palatinados llegó hasta Flandes para terminar en Francia, regresando a Madrid en 1631. En su Diálogo político del estado de Alemania y comparación de España con las demás naciones (1631) hace un duro alegato contra los países nórdicos:

Qué hallaréis en Suecia y Noruega, sino una obscuridad y tinieblas, todos herejes, idólatras, hechiceros, pobres, míseros, sin policía ni uso de razón humana; tierras estériles, viviendo en los montes como salvajes fieras

Aún no se había producido la campaña sueca de 1631-1632 en que los españoles pierden la plaza de Frankenthal, bloqueando el «camino español». Esta Suecia ofensiva se va ganando el respeto del Imperio poco a poco, hasta llegar a la rotunda victoria española en la batalla de Nordlingen (1634), que llega el Imperio hasta el Báltico, precisamente cuando Olivares los abandona. Pero el contacto se ha producido.

Agustín de Foxá en Estocolmo (1941-1942)

Es fundamental el prólogo de Foxá al libro de Chicheri para conocer más.

Agustín de Foxa está unos días en Estocolmo pero su testimonio es precioso. Llega en avión desde Berlín de camino a Helsinki el 28 de agosto de 1941. Pasa un par de días, y escribe un poema [«Latitudes. Beso entre abetos», dedicado a Manolo Orbea]. En enero de 1942 se desplaza desde Helsinki para una negociación comercial y pasa otros días más. En ambos casos escribe carta a la familia.

Estocolmo, agosto de 1941
26 de agosto de 1941. Después de 8 días en Berlín toma el «avión naranja de Suecia». La costa sueca: «praderas encharcadas, vacas, un molino de aspas holandesas y, como bajo el agua, casi submarinas, las ateridas flores de las estufas de los invernaderos». Hace escala. Aparece Estocolmo: ¡Maravilla de Estocolmo iluminada!». Anuncios de cine, farolas, canales. En 1941 en Europa las ciudades estaban a oscuras por la guerra, de ahí que Madrid, Lisboa y Estocolmo fueran únicas por su luminosidad. Lluvia. En autobús al centro en que lo espera Landecho, que lo lleva al Gran Hotel en su «magnífico auto». Cena en la Legación «la más bonita de Estocolmo». Queso sueco. Vuelta al hotel.

29 de agosto de 1941. En la ciudad vieja «el bronce admirable del maestro Bernt Notke, representando a San Jorge matando a un dragón erizado de púas». Come en la «Paz Dorada», una antigua taberna de piratas 1. Evoca a Bellman. Mantequilla fabulosa, cangrejos, salmón ahumado, jamón, mortadela, queso, rábanos, arenques, sardinas, carne, coles, etc. «carne en una hoja de col». 7 coronas, 14 pesetas. Superbarato. Paseo por Estocolmo tras la comida. Sol. Muchachas requetés en bicicleta. Mes de los cangrejos. «Estocolmo es una ciudad alegrísima, con sol de nieve, refinada, limpia, asfaltada y clara como el níquel de sus innumerables bicicletas». Cine: guerra de Finlandia y entrevista a bordo del Potomac 2. Por la noche, cabaret Atlantic. Cena en casa de un amigo.

Compra ropa. El día 30 ya sale para Helsinki, donde lo espera Torata, que fue enviado de Franco en Estocolmo en 1938. Torata le entregará la Legación en Helsinki.

Muchacha rubia que das
candorosamente un beso,
cómo vuela la gaviota,
cómo da el sol en tus puertos.
Nos iremos a Estocolmo
en el mes de los cangrejos.
Tu mirada azul, tranquila,
bajo el oro de tu pelo.
En tu blusa marinera
pega alegremente el viento.
Mi malicia de latino
ve la forma de tus senos.
Tu no saber, en el sur,
lo importante que es un beso,
lo importante de una boca
que nos llena de sonetos.
El Palacio Real reluce
con la luz del archipiélago.
¡Oh, pureza de un verano
tan mojado de deshielo!
Te desnudas en las rocas,
y se ve tu muslo terso
Cuando vas en bicicleta
junto al prado con abetos.
Retratando tu hermosura,
que es gimnasia, espuma y viento,
ven mis ojos de latino
el pecado de tu cuerpo.
En el Norte es la alegría.
En el sur, lloran los celos.
En tu beso es la gaviota.
La guitarra es nuestro beso.
En tu beso está la calma
sana y limpia, como un vuelo;
¡pero el beso de Beatriz
hizo el cielo y el infierno!

Estocolmo, enero de 1942
La carta la manda a través de su amigo Espinosa de los Monteros. Viaje en avión sobre el Báltico helado. Se aloja en casa de un amigo. Frío. Cena de smoking en Cecile, «el más postinero restaurante de Estocolmo» 3. Espera a 32 grados bajo cero al lado de la estatua de Gustavo Adolfo [bajaron desde la Biblioteksgatan hasta esta parada de taxis para ir a la casa del amigo en que paraba].

Al siguiente dia, solo 18 grados bajo cero. Hay de todo: «pitillos americanos, carne, frutas, bombones, puros habanos, vinos franceses, boites estupendas, revistas, operetas y estos magníficos filmes americanos». Al cine: Sangre y arena [Blod och sand, Rouben Mamoulian, 1941]. Ciudad iluminada. Las cocinas tienen frigorífico, radio, etc. Vida cómoda frente a vida valle de lágrimas. Nada que ver con Helsinki. Compra películas en colores para su aparato de cine. Filmará en Laponia. Comida con amigos de la Legación en restaurante húngaro: liebre en paprika picante. Ve mucho alcohol «el alcohol aquí es un alimento, y el café». «Creo que, con Portugal, éste es el país que está mejor de toda Europa». Los suecos son anglófilos. Y socialistas. Socialistas monárquicos. Incluso la embajadora de Rusia lleva joyas y toma té.

Suecia, como ha dicho un escritor es un «pueblo en vacaciones». La raza es maravillosa, a fuerza de gimnasia y sport. Pero no tiene, me parece, ninguna fuerza moral ni espiritual. Es un país de médicos, ingenieros y atletas, cuyo Rey sigue jugando al tenis y entregando los gastos de su coronación y aniversario a los centros antituberculosos.

  1. Se refiere al restaurante de la ciudad vieja Den gyldene freden
  2. Se refiere a la conferencia de prensa de Roosevelt a bordo del yate presidencial Potomac el 16 de agosto de 1941
  3. Se refiere a Cecil, en Biblioteksgatan 5

Norte y Sur (1944), de Agustín de Foxá

Agustín de Foxá fue destinado, el 8 de julio de 1941, a Helsinki como Encargado de Negocios. El 2 de septiembre presentó sus cartas de acreditación. Este período es conocido especialmente por la novela Kaputt de Curzio malaparte. En febrero de 1942 tiene lugar el episodio de los «niños de la guerra» prisioneros.

Obra en un acto y en prosa que se estrenó en el Teatro Español de Madrid el 25 de junio de 1944, junto con Baile en Capitanía. Sólo tuvo un par de funciones. Historia de amor de ambiente nórdico con música de Sibelius. Los protagonistas recitan versos del Kalevala. El norte es Finlandia/Rusia y el sur Italia (un profesor de italiano de 25 años). En 1955 se transmitió por TVE.

Poesía nórdica de Agustín de Foxá

En junio de 1941 «Despedida a Madrid y a los amigos», elegía madrileña. Finlandia llevaba dos años repeliendo la invasión soviética con el apoyo de Alemania. Antes de llegar a Helsinki pasó un par de días en Estocolmo, y fruto de esta estancia es «Latitudes. Beso entre abetos». El 1 de septiembre aterriza en Finlandia en plena guerra (hay bombardeos sobre la ciudad). Había caído Viipuri y posiblemente caería San Petersburgo.

«Latitudes (beso entre abetos)». Para Manuel Orbea, vasco en el Norte. «Muchacha rubia que das» Estocolmo, agosto de 1941. Foxá llega a Estocolmo en avión la noche del 28 de agosto de 1941 para quedarse 2 días. Hay carta suya desde Estocolmo a padres y hermanos el 29 de agosto de 1941. Se alojó en el Gran Hotel.

Queridos padres y hermanos

«Aino». Helsinki, 20 de septiembre de 1941.
«Guerra en el norte». Viipuri-Viburg, octubre de 1941.
«Otra vez la mariposa». helsinki, octubre de 1941.
«Poema de sur y norte» (Recuerdo de Ganivet)». A Rafael Sánchez Mazas, que ama los poemas sencillos, con admiración. Helsinki, octubre 1941
«Temblor primero». Helsinki, octubre 1941.
«Estatua finlandesa».
«Viipuri o el último castillo de Europa».
«A Marita».

En enero de 1942 estuvo unos días en Estocolmo por una negociación comercial. Comió en esmokin en el restaurante Cecile. Hacía 32 grados bajo cero. Fue al cine a ver «Sangre y arena».

«Suecia, como ha dicho un escritor es un «pueblo en vacaciones». La raza es maravillosa, a fuerza de gimnasia y sport. Pero no tiene, me parece, ninguna fuerza moral ni espiritual. Es un país de médicos, ingenieros y atletas, cuyo Rey sigue jugando al tenis y entregando los gastos de su coronación y aniversario a los centros antituberculosos».

Aino la esquiadora, desnuda por los mares
que el hielo inmoviliza; pastora de los renos.
Mendiga de las nieves, que has cubierto tus senos
con la piel plateada de los zorros polares.

Para alegrar con fuegos tus tedios invernales
los lapones quemaron sus trineos mejores.
Vistes los esqueletos de los exploradores
en las noches, llameantes de auroras boreales.

Virgen del Polo Norte, donde es cristal el suelo,
que oíste ladrar las focas en sus helados bancos,
y el sol de medianoche doró tu cabellera.

Hay que amarte de prisa, antes de tu deshielo,
antes que a tu flotilla de icebergs y osos blancos
hunda, con su torpedo de flor, la primavera.

Agustín de Foxá: «Hans y los insectos» (1945)

Este cuento se publica en ABC con ilustraciones de Bufrau. Texto

No es la primera ni última vez que los insectos aparecen en la obra de Foxá. Su interés por la entomología se aprecia en otros muchos escritos. Uno de sus primeros artículos se titula «Profecías y símbolos de las termitas» y no es extraño ver metáforas y juegos literarios que parten de estos animales. Influido en gran medida por Maeterlinck, lleva a cabo una comparación que supera la clásicas semejanzas sociales que pudiera haber establecido el mismo Ferchault de Réaumur, ya que no busca tanto el conocimiento de los insectos como usar a estos de símbolo para crear una xenoficción bien construida.

Foxá emplea este recurso para crear una ingeniosa historia con un matizado humor sardónico. A través de las investigaciones de Hans, construirá una radiografía de la sociedad de su tiempo, haciendo hincapié en uno de los problemas que más le acuciaba personalmente: la absorción del individuo por una colectividad cada vez más agresiva.

En este cuento lo que importa para nosotros es la figura del ingeniero forestal sueco que ha sido llamado a España para combatir una plaga de hormigas que invaden los cultivos. Su misteriosa muerte en un laboratorio lleno de complicadas emisoras e infinidad de lucecillas, teletipos y una biblioteca sobre los insectos es el símbolo del norte protestante y científico sin alma.

Aparece igualmente el contraste entre la cultura española y católica y la nórdica, protestante y cientifista: aceitunados celtíberos del pueblo v. sonrosado sueco protestante, asepsia y confort de los estudiantes de Upsala v. bares con billares, tertulias y pianolas de la calle San Bernardo, rubias muchachas de largas piernas de excursiones en balandro v. tres señoritas del lugar encastilladas en su soltería y en sus altivos motes nobiliarios, la pérdida de la noción del pecado v. los cuadros de ánimas con lenguas de fuego, pecado v. castigo.

Ver entrada de Víctor Muñoz Ramírez.
Luis Junco.