Archivo de la categoría: Comercio

José Cózar en Estocolmo (1963-64)

Por algún motivo la Bohmans konsthandel AB presenta con gran alarde su descubrimiento del español (Spanskt fynd!) José Cózar (1944) en septiembre de 1963 en Estocolmo, como un artista 100% español, del que han conseguido unas pocas obras que estän en Arlanda y exhortan a que se las compre rápido porque «nos las quitan de las manos» (har folk nästan slitit ur händerna). Vuelven a la carga en mayo de 1964. Raro caso.


DN, 14.09.1963, 35.

Jussi Pakkasvirta: Francon kanssa? (2023)

Jussi Pakkasvirta: Francon kanssa? Suomi, Espanja ja kylmä sota (Siltala 2023). ¿Con Franco? En este libro se trata sobre las relaciones de España y Finlandia en relación con el franquismo.

Entre los finlandeses que participaron en la Guerra Civil española, Pakkasvirta menciona algunos personajes pintorescos, que en su mayoría sirvieron en las fuerzas de Franco. 239 finlandeses participaron en la Guerra Civil Española, de los cuales 225 fueron voluntarios del lado de los republicanos y 14 del lado de Franco 1. Pakkasvirta cuenta otras historias auténticas e interesantes sobre muchos finlandeses que se establecieron en España después de la guerra, especialmente el coronel de inteligencia Reino Hallamaa (1899-Churriana de la Vega en 1979. En 1947 se instala en la Costa del Sol bajo el nombre de Ricardo Palma, donde dirigió una empresa de construcción) y el vicecónsul honorario Veikko I. Rutanen.

El primer vuelo chárter de Karhumäki Airways Oy (más tarde Kar-Air Oy) de Helsinki a Las Palmas se realizó en 1954. Los viajes al sur se convirtieron en un fenómeno para todo el país gracias a Kalevi Keihänen y Keihäsmatkat Oy, que iniciaron los vuelos en 1965. El resto es historia del turismo. Fiestas de sol, vino, bebida y cerdo fueron naciones unidas más que tratados de amistad entre estados. Se estima que en la Costa del Sol viven unos 30.000 finlandeses.

El cuarto capítulo del libro se titula «Dos Españas, dos Finlandias». El título describe perfectamente dos dimensiones en las relaciones entre los dos países: la izquierda política en Finlandia veía a España como una dictadura de derecha y una máquina opresiva, mientras que en el centro y la derecha las críticas eran más suaves y se prestaba más atención a la cultura y el turismo. Se admitieron los agravios del régimen de Franco, pero se esgrimió como defensa la mejora del estatus de la gente corriente. Esta división se manifestó en el parlamento y en la prensa del partido, pero especialmente en el debate sobre los programas de Yleisradio.

En la década de 1960, se hicieron esfuerzos para desarrollar las relaciones culturales, pero varios eventos culturales siguieron siendo bastante modestos en términos de visibilidad. En Finlandia las «semanas de España» se percibían como políticamente embarazosas y, por otro lado, en España el interés por Finlandia parecía limitarse a un pequeño círculo, junto con los estereotipos de Sibelius y Alvar Aalto.

El profesor Oiva Tuulio (1878-1941) y su esposa Tyyni Tuulio (1917-1991) y el profesor de la Universidad de Economía de Helsinki, Erkki Vierikko (1924-2012), estuvieron entre los pocos pioneros de la lengua española en Finlandia. Por supuesto, el amplio espectro cultural también incluye el flamenco, que por alguna razón rara vez es un pasatiempo sólido en Finlandia, al igual que el tango y la samba.

Como promotores de la literatura en español, Pakkasvirta destaca una nueva generación de traductores finlandeses, como Matti Rossi, Matti Brotherus, Pentti Saaritsa y Jyrki Lappi-Seppälä, cuyo interés se ha centrado más en la literatura latinoamericana. En las décadas de 1960 y 1980, las traducciones de la literatura española se limitaban principalmente a los clásicos.

  1. Jyrki Juusela ha escrito extensamente sobre el tema en Suomalaiset Espanjan sisällissodassa 1936-1939 (Los finlandeses en la Guerra Civil Española. Atena 2003

Spanska utställningen (1951)

La Spanska utställningen (Exposición española) tuvo lugar en S:t Eriksmässan en 1951. En esta foto (Svd, 7 septiembre 1951) vemos a la actriz Marichu Fresno, con Pablo Sanz Pedrero y Manuel Ortega, estudiantes en Upsala, que brindan con el ministro español, conde de Montefuerte.

Öbergs Foto


En Cuidado con las señoras (1968), aparece la tienda de fotografía de Oberg.

Stig Öberg llegó a Torremolinos en 1960, junto a su mujer Maud. Trabajaba como fotógrafo para el Norrbottenskuriren. Tras una estancia de prueba de tres meses, el matrimonio Öberg decidió quedarse. Regresaron a Torremolinos en 1961 y tuvieron que esperar unos meses a que se terminara el local comercial que habían comprado. En noviembre del mismo año pudieron abrir la tienda de fotografía Foto-rápido, la primera del pueblo. Pronto pasó a llamarse popularmente Öbergs Foto. Cuando los Öberg vendieron el negocio unos años más tarde, el nombre estaba tan arraigado que la tienda siguió llamándose así, a pesar de que ellos mismos ya no existían.

En 1962 Stig se convirtió en manager de Vingresors Club 33, que organizaba viajes chárter para jóvenes de entre 18 y 33 años. Stig mismo tenía 28 años en ese momento. En 1963 abrió el restaurante El Farol Negro, junto con el óptico Olle Segerström. A mediados de los 60 se hizo cargo del Hotel Sol y Sol, que pronto se convirtió en el lugar de reunión del Club 33 en la costa. Stig recuerda que como máximo tenía cinco negocios diferentes al mismo tiempo.

Con el tiempo también se convirtió en locutor de radio. Durante los años 1969-72, emitió programas en sueco desde Radio Popular de Málaga. Todo fue bien durante algo más de dos años, pero de repente un día la censura española, exigió que todas las noticias se sometieran a control con 48 horas de antelación. Stig no creía que esto tuviera mucho sentido, de modo que abandonó la radio.

Con la democracia, Stig reanudó su trabajo radiofónico desde Radio Costa del Sol, y más tarde Radio Nacional, en Marbella. Durante los años 70, Stig y Maud también tuvieron una panadería en Fuengirola.

En 1983 montó una agencia de viajes en Fuengirola. Stig fue nombrado cónsul en 1993, en relación con el cierre del consulado general en Málaga.

Conde de Montefuerte (1921-1983)

José María Allendesalazar, conde de Montefuerte (1921-1983) estuvo en Estocolmo poco tiempo a principios de los 50 (1951-1953). Se incorpora a la Legación en febrero de 1951. En ese breve tiempo tuvo una importante actividad mediática, reflejada en fotos en la prensa, imposición de medallas, recepciones, etc.

11 de mayo de 1953. Carta del Conde de Montefuerte a Guillermo Fernández-Shaw, remitiendo dos cartas para su hijo Carlos desde Estocolmo y enviando cariñosos recuerdos.

Marzo de 1956, evento internacional con toque español.

Elección de Señorita Apelsin (Estocolmo, 1959)

En Estocolmo se presentaron 5 candidatas: Anne-Marie Machnow, Elisabeth Nyström, Cristina Ericsson, Anita Malmborg y Ulla-Britt Lindström. Se eligió el 28 de febrero a Nyström.

El 6 de marzo de 1959 se celebró el concurso final en el Ambassadeur (Kungsgatan, 18), Spanien-Gala organizada por Joaquín Herráiz. En la velada se eligieron una Señorita apelsin («Señorita Naranja») y dos «Mandarinas»: Elisabeth Nyström (Estocolmo), Beata Lowenadler (Gotemburgo), y Birgitta Friman (Malmö), las cuales fueron obsequiadas con un viaje a España, en concreto a las Fallas de Valencia de ese mismo mes.

Spansk afton (1957) en el Vinterträdgård del Royal

A principios de mayo de 1957 tuvo lugar una «spansk afton» (noche española) en el Vinterträdgård del Grand Hôtel Royal, uno de los lugares privilegiados de Estocolmo. Lo recogieron las cámaras de SF-Revy. El acto principal consistió en un desfile de modelos inspirados en Carmen.

Un sueco en Jerez (La bodega, 1905, de Blasco Ibáñez)

El empleado sueco en Jerez (cap. 1):

Dos empleados extranjeros, uno francés y otro sueco, eran tolerados como necesarios para la correspondencia extranjera; pero don Pablo les mostraba cierto despego, al uno por su falta de religiosidad y al otro por ser luterano. Los demás empleados, que eran españoles, vivían sujetos a la voluntad del jefe, cuidándose, más que de los trabajos de la oficina, de asistir a todas las ceremonias religiosas que organizaba don Pablo en la iglesia de los Padres Jesuitas.

La visita del agente comercial sueco (cap. 2):

Los Dupont tenían un viajante sueco, el mejor agente [propagandista] de su negocio. Colocaba miles y miles de botellas del vino de fuego que producía Marchamalo, en aquellos países septentrionales de noches casi eternas y días de pleno sol, que duran meses. El viajante, después de muchos años de servicios a la casa, había venido a España, pasando por Jerez, para conocer personalmente a los Dupont. Don Pablo había creído indispensable el invitarlo a comer con su familia.

Horrible tormento el que sufrió su madre ante aquel desconocido, enorme de cuerpo, rojo y hablador, con esa alegría infantil de los hombres del Norte cuando se ponen en contacto con el sol y los vinos de los países cálidos.

Doña Elvira acogía con una sonrisa traidora su charla incesante en un español trabajoso; los gritos de asombro que le arrancaba el haber visto tantas iglesias, tantos frailes y curas, tantos mendigos, los campos cultivados como en los tiempos prehistóricos, las costumbres bárbaras y pintorescas, las plazas de ciertas poblaciones llenas de hombres con los brazos cruzados y el cigarrillo en la boca, esperando que fuesen a alquilarles.

Dupont tosía fingiéndose distraído como si no oyese al huésped, mientras su madre seguía con asombro los estragos que hacía el forastero en los platos. ¡Qué manera de comer! Aquello no podía hacerlo un cristiano. Además, era rojo, como Luzbel y Judas, el color de todos los enemigos de Dios, y su cara inflamada, de ogro en plena digestión, le hacía recordar las de los malos espíritus que gesticulaban horrorosos en las láminas de su devocionario. ¡Y tener que tratar herejes de esta clase, que se burlaban de un país cristiano porque aún conserva puros e intactos los recuerdos de tiempos más felices! ¡Verse obligada a sonreírle, porque era el mejor cliente de la casa!…

Cuando Dupont se lo llevó, terminada la comida, la señora hizo que los criados quitasen apresuradamente el cubierto, los vasos, todo lo que había servido al forastero, sin que ella se atreviese a tocarlo. ¡Que jamás volviese a ver aquello en la mesa! El negocio era una cosa y otra el alma, que debía conservarse limpia de todo contacto impuro. Y al volver los criados al comedor vieron a doña Elvira, con la pililla de agua bendita de su dormitorio, rociando apresuradamente la silla en que se había sentado el ogro rojo e impío.

Cecilia Vasa y la «comisión» del capitán Francisco de Eraso a Suecia (1578)

Cecilia Gustavsdotter Vasa (Estocolmo, 1540-Bruselas, 1627) era la hija favorita del rey fundador sueco Gustav Vasa. Vivió en la corte de Johan III.
Cecilia nació en 1540 y por lo que se sabe llevó una vida normal de princesa de su época hasta cumplir los 19 años. Cecilia se vio involucrada en 1559 en el llamado escándalo de Vadstena, de tipo sexual, durante la boda de su hermana Catalina y el esposo de ésta en Vadstena. Por un lacayo del castillo se supo que Juan, hermano del novio de su hermana, trepó hasta la ventana de Cecilia. La noche siguiente, el duque Erico, el hermano mayor de las princesas, ordenó vigilar y logró sorprender a Juan y a Cecilia en clara actitud erótica en la cama juntos. Erico ordenó encarcelar a Juan durante nueve meses. En esa época la gente no se casaba por amor sino para crear alianzas entre reinos y familias nobles. Los dos jóvenes tenían las hormonas alborotadas. ¡Escándalo nacional!

Cecilia Vasa se había convertido al catolicismo en 1578 a través del embajador de España Francisco de Eraso, de misión fracasada en Estocolmo 1. El Rey Johan III se enfadó y mandó en arresto domiciliario a Francisco. La prohibió a Cecilia que tuviera comunicación con Francisco, pero obviamente eso no le impidió a Cecilia organizar una reunión con él. Cecilia fue descubierta y se decretó un busca y captura en toda la ciudad de Estocolmo. Cecilia fue detenida pero quedó impune. Esto para Cecilia ya fue la última gota y decidió que no quería seguir viviendo en Suecia.

Poco después de salir Cecilia de territorio sueco fue puesto en libertad Francisco de Eraso. Francisco y Cecilia se encontraron por el camino a Baden y vivieron juntos un tiempo. En 1579 llegó Cecilia al condado de su difunto marido con la intención de recuperar las tierras que le correspondían a ella en herencia. No tuvo mucha suerte en las negociaciones hasta que su hijo mayor, Eduardo Fortunato, fue nombrado margrave/marqués de Baden-Rodemachern en el año 1588.

El escándalo más grande fue sin duda alguna el hecho de quedarse embarazada, varios años después de quedarse viuda. Se supone que el padre de la hija de Cecilia fue Francisco de Eraso. Cecilia quería tener a su hija, pero su hijo Eduardo Fortunato le quitó a la niña nada más nacer y la entregó a un convento de monjas. No se sabe casi nada de la hija de Cecilia. Se hizo monja y eligió el nombre de Charitas. No fue hasta el año 1622 que Cecilia y su hija pudieron conocerse. Cecilia pasó el resto de su vida viajando y con una intensa vida social. Se metió en problemas constantemente por pedir dinero prestado y no devolverlo. Varias veces tuvo que huir de sus acreedores.

  1. Magdalena de Pazzis Pi Corrales: «La «comisión» del capitán Francisco de Eraso a Suecia: una posible alternativa al conflicto con Flandes». En Felipe II (1527-1598): Europa y la monarquía católica: Congreso Internacional «Felipe II (1598-1998), Europa dividida, la monarquía católica de Felipe II (Universidad Autónoma de Madrid, 20-23 abril 1998) págs. 617-634