En el otoño de 1965 tuvo cierta visibilidad en la prensa sueca la injusta situación de Francisco García Colorado, empleado de Ericsson España, donde entró con 14 años (1951). Tras 12 años de servicio dejó el trabajo y se marchó a Suecia en noviembre de 1962 para estudiar los métodos de producción y planificación. Estuvo 14 meses en Estocolmo.
En Estocolmo entró en contacto con los grupos antifranquistas que tenían sede en ABF, y participó en los cursos de sueco de España Democrática. Una vez vuelto a Madrid, fue reincorporado en la Ericsson. Fue detenido el 6 de mayo de 1965 por la Brigada Político Social, siendo acusado de asociación ilegal y de asistir al 1 de mayo en la Casa de Campo. Entró en la cárcel de Carabanchel. Fue también despedido de Ericsson el 12 de mayo del 65 por no acudir al trabajo durante 5 días.
El 25 de agosto de 1965 se publicó en Aftonbladet que la foto que había identificado a Colorado había salido de la Embajada de España en Estocolmo. Se dice que desde la Embajada se hacían fotos a los que se manifestaban ante ella (en favor de Carlos Alvarez) para pasarlas a la policía española. Al parecer, unod e los cargos es que se había afiliado al sindicato Metallettan en Estocolmo, lo que causó alarma en la colonia sueca en Suecia. Fue acusado de intentar reproducir las formas sindicalismo sueco en España.
El 19 de octubre de 1965 se celebró el juicio contra los 5 de Ericsson, empleados de la empresa sueca en Madrid que pertenecían al Partido Comunista y se les acusaba de crear malestar político entre los 3000 trabajadores de la empresa. Al menos tuvieron un abogado sueco, Tore Bäckström. Los otros 4 de la Ericsson eran:
Julián Pascual Dorrego Gacto
Antonio Sainero Monsalve
Jesús Rodea Perec
Leandro Sánchez Martín
Al final fueron condenados a un año de cárcel, de modo que que salieron libres. La prensa amarillista sueca se hizo eco de la boda inmediata de García Colorado con su novia Carmen.