Archivo de la categoría: Comercio

Ezquerra del Bayo: Viaje por el norte de Europa, hasta Suecia y Noruega (1852)

Joaquín Ezquerra del Bayo (1793-1859) fue geólogo e ingeniero de minas. En 1852 publica Viaje por el norte de Europa, hasta Suecia y Noruega (Madrid: Imprenta de la Viuda de D. Antonio Yenes, 1852) 68 páginas y un gran mapa plegable de la mina de cobre de Falun. Sacado de cinta.

El viaje lo hizo en 1851.

José Cózar en Estocolmo (1963-64)

Por algún motivo la Bohmans konsthandel AB presenta con gran alarde su descubrimiento del español (Spanskt fynd!) José Cózar (1944) en septiembre de 1963 en Estocolmo, como un artista 100% español, del que han conseguido unas pocas obras que estän en Arlanda y exhortan a que se las compre rápido porque «nos las quitan de las manos» (har folk nästan slitit ur händerna). Vuelven a la carga en mayo de 1964. Raro caso.


DN, 14.09.1963, 35.

Jussi Pakkasvirta: Francon kanssa? (2023)

Jussi Pakkasvirta: Francon kanssa? Suomi, Espanja ja kylmä sota (Siltala 2023). ¿Con Franco? En este libro se trata sobre las relaciones de España y Finlandia en relación con el franquismo.

Entre los finlandeses que participaron en la Guerra Civil española, Pakkasvirta menciona algunos personajes pintorescos, que en su mayoría sirvieron en las fuerzas de Franco. 239 finlandeses participaron en la Guerra Civil Española, de los cuales 225 fueron voluntarios del lado de los republicanos y 14 del lado de Franco 1. Pakkasvirta cuenta otras historias auténticas e interesantes sobre muchos finlandeses que se establecieron en España después de la guerra, especialmente el coronel de inteligencia Reino Hallamaa (1899-Churriana de la Vega en 1979. En 1947 se instala en la Costa del Sol bajo el nombre de Ricardo Palma, donde dirigió una empresa de construcción) y el vicecónsul honorario Veikko I. Rutanen.

El primer vuelo chárter de Karhumäki Airways Oy (más tarde Kar-Air Oy) de Helsinki a Las Palmas se realizó en 1954. Los viajes al sur se convirtieron en un fenómeno para todo el país gracias a Kalevi Keihänen y Keihäsmatkat Oy, que iniciaron los vuelos en 1965. El resto es historia del turismo. Fiestas de sol, vino, bebida y cerdo fueron naciones unidas más que tratados de amistad entre estados. Se estima que en la Costa del Sol viven unos 30.000 finlandeses.

El cuarto capítulo del libro se titula «Dos Españas, dos Finlandias». El título describe perfectamente dos dimensiones en las relaciones entre los dos países: la izquierda política en Finlandia veía a España como una dictadura de derecha y una máquina opresiva, mientras que en el centro y la derecha las críticas eran más suaves y se prestaba más atención a la cultura y el turismo. Se admitieron los agravios del régimen de Franco, pero se esgrimió como defensa la mejora del estatus de la gente corriente. Esta división se manifestó en el parlamento y en la prensa del partido, pero especialmente en el debate sobre los programas de Yleisradio.

En la década de 1960, se hicieron esfuerzos para desarrollar las relaciones culturales, pero varios eventos culturales siguieron siendo bastante modestos en términos de visibilidad. En Finlandia las «semanas de España» se percibían como políticamente embarazosas y, por otro lado, en España el interés por Finlandia parecía limitarse a un pequeño círculo, junto con los estereotipos de Sibelius y Alvar Aalto.

El profesor Oiva Tuulio (1878-1941) y su esposa Tyyni Tuulio (1917-1991) y el profesor de la Universidad de Economía de Helsinki, Erkki Vierikko (1924-2012), estuvieron entre los pocos pioneros de la lengua española en Finlandia. Por supuesto, el amplio espectro cultural también incluye el flamenco, que por alguna razón rara vez es un pasatiempo sólido en Finlandia, al igual que el tango y la samba.

Como promotores de la literatura en español, Pakkasvirta destaca una nueva generación de traductores finlandeses, como Matti Rossi, Matti Brotherus, Pentti Saaritsa y Jyrki Lappi-Seppälä, cuyo interés se ha centrado más en la literatura latinoamericana. En las décadas de 1960 y 1980, las traducciones de la literatura española se limitaban principalmente a los clásicos.

  1. Jyrki Juusela ha escrito extensamente sobre el tema en Suomalaiset Espanjan sisällissodassa 1936-1939 (Los finlandeses en la Guerra Civil Española. Atena 2003

Spanska utställningen (1951)

La Spanska utställningen (Exposición española) tuvo lugar en S:t Eriksmässan en 1951. En esta foto (Svd, 7 septiembre 1951) vemos a la actriz Marichu Fresno, con Pablo Sanz Pedrero y Manuel Ortega, estudiantes en Upsala, que brindan con el ministro español, conde de Montefuerte.

Öbergs Foto


En Cuidado con las señoras (1968), aparece la tienda de fotografía de Oberg.

Stig Öberg llegó a Torremolinos en 1960, junto a su mujer Maud. Trabajaba como fotógrafo para el Norrbottenskuriren. Tras una estancia de prueba de tres meses, el matrimonio Öberg decidió quedarse. Regresaron a Torremolinos en 1961 y tuvieron que esperar unos meses a que se terminara el local comercial que habían comprado. En noviembre del mismo año pudieron abrir la tienda de fotografía Foto-rápido, la primera del pueblo. Pronto pasó a llamarse popularmente Öbergs Foto. Cuando los Öberg vendieron el negocio unos años más tarde, el nombre estaba tan arraigado que la tienda siguió llamándose así, a pesar de que ellos mismos ya no existían.

En 1962 Stig se convirtió en manager de Vingresors Club 33, que organizaba viajes chárter para jóvenes de entre 18 y 33 años. Stig mismo tenía 28 años en ese momento. En 1963 abrió el restaurante El Farol Negro, junto con el óptico Olle Segerström. A mediados de los 60 se hizo cargo del Hotel Sol y Sol, que pronto se convirtió en el lugar de reunión del Club 33 en la costa. Stig recuerda que como máximo tenía cinco negocios diferentes al mismo tiempo.

Con el tiempo también se convirtió en locutor de radio. Durante los años 1969-72, emitió programas en sueco desde Radio Popular de Málaga. Todo fue bien durante algo más de dos años, pero de repente un día la censura española, exigió que todas las noticias se sometieran a control con 48 horas de antelación. Stig no creía que esto tuviera mucho sentido, de modo que abandonó la radio.

Con la democracia, Stig reanudó su trabajo radiofónico desde Radio Costa del Sol, y más tarde Radio Nacional, en Marbella. Durante los años 70, Stig y Maud también tuvieron una panadería en Fuengirola.

En 1983 montó una agencia de viajes en Fuengirola. Stig fue nombrado cónsul en 1993, en relación con el cierre del consulado general en Málaga.

Conde de Montefuerte (1921-1983)

José María Allendesalazar, conde de Montefuerte (1921-1983) estuvo en Estocolmo poco tiempo a principios de los 50 (1951-1953). Se incorpora a la Legación en febrero de 1951. En ese breve tiempo tuvo una importante actividad mediática, reflejada en fotos en la prensa, imposición de medallas, recepciones, etc.

11 de mayo de 1953. Carta del Conde de Montefuerte a Guillermo Fernández-Shaw, remitiendo dos cartas para su hijo Carlos desde Estocolmo y enviando cariñosos recuerdos.

Marzo de 1956, evento internacional con toque español.

Elección de Señorita Apelsin (Estocolmo, 1959)

En Estocolmo se presentaron 5 candidatas: Anne-Marie Machnow, Elisabeth Nyström, Cristina Ericsson, Anita Malmborg y Ulla-Britt Lindström. Se eligió el 28 de febrero a Nyström.

El 6 de marzo de 1959 se celebró el concurso final en el Ambassadeur (Kungsgatan, 18), Spanien-Gala organizada por Joaquín Herráiz. En la velada se eligieron una Señorita apelsin («Señorita Naranja») y dos «Mandarinas»: Elisabeth Nyström (Estocolmo), Beata Lowenadler (Gotemburgo), y Birgitta Friman (Malmö), las cuales fueron obsequiadas con un viaje a España, en concreto a las Fallas de Valencia de ese mismo mes.

Spansk afton (1957) en el Vinterträdgård del Royal

A principios de mayo de 1957 tuvo lugar una «spansk afton» (noche española) en el Vinterträdgård del Grand Hôtel Royal, uno de los lugares privilegiados de Estocolmo. Lo recogieron las cámaras de SF-Revy. El acto principal consistió en un desfile de modelos inspirados en Carmen.

Un sueco en Jerez (La bodega, 1905, de Blasco Ibáñez)

El empleado sueco en Jerez (cap. 1):

Dos empleados extranjeros, uno francés y otro sueco, eran tolerados como necesarios para la correspondencia extranjera; pero don Pablo les mostraba cierto despego, al uno por su falta de religiosidad y al otro por ser luterano. Los demás empleados, que eran españoles, vivían sujetos a la voluntad del jefe, cuidándose, más que de los trabajos de la oficina, de asistir a todas las ceremonias religiosas que organizaba don Pablo en la iglesia de los Padres Jesuitas.

La visita del agente comercial sueco (cap. 2):

Los Dupont tenían un viajante sueco, el mejor agente [propagandista] de su negocio. Colocaba miles y miles de botellas del vino de fuego que producía Marchamalo, en aquellos países septentrionales de noches casi eternas y días de pleno sol, que duran meses. El viajante, después de muchos años de servicios a la casa, había venido a España, pasando por Jerez, para conocer personalmente a los Dupont. Don Pablo había creído indispensable el invitarlo a comer con su familia.

Horrible tormento el que sufrió su madre ante aquel desconocido, enorme de cuerpo, rojo y hablador, con esa alegría infantil de los hombres del Norte cuando se ponen en contacto con el sol y los vinos de los países cálidos.

Doña Elvira acogía con una sonrisa traidora su charla incesante en un español trabajoso; los gritos de asombro que le arrancaba el haber visto tantas iglesias, tantos frailes y curas, tantos mendigos, los campos cultivados como en los tiempos prehistóricos, las costumbres bárbaras y pintorescas, las plazas de ciertas poblaciones llenas de hombres con los brazos cruzados y el cigarrillo en la boca, esperando que fuesen a alquilarles.

Dupont tosía fingiéndose distraído como si no oyese al huésped, mientras su madre seguía con asombro los estragos que hacía el forastero en los platos. ¡Qué manera de comer! Aquello no podía hacerlo un cristiano. Además, era rojo, como Luzbel y Judas, el color de todos los enemigos de Dios, y su cara inflamada, de ogro en plena digestión, le hacía recordar las de los malos espíritus que gesticulaban horrorosos en las láminas de su devocionario. ¡Y tener que tratar herejes de esta clase, que se burlaban de un país cristiano porque aún conserva puros e intactos los recuerdos de tiempos más felices! ¡Verse obligada a sonreírle, porque era el mejor cliente de la casa!…

Cuando Dupont se lo llevó, terminada la comida, la señora hizo que los criados quitasen apresuradamente el cubierto, los vasos, todo lo que había servido al forastero, sin que ella se atreviese a tocarlo. ¡Que jamás volviese a ver aquello en la mesa! El negocio era una cosa y otra el alma, que debía conservarse limpia de todo contacto impuro. Y al volver los criados al comedor vieron a doña Elvira, con la pililla de agua bendita de su dormitorio, rociando apresuradamente la silla en que se había sentado el ogro rojo e impío.