Archivo de la categoría: Humor

Miguel Mihura: Tre höga hattar (1963)

Kerstin Tidelius, Roland Hedlund y Olle Florin en una escena de la obra.

En 29 de agosto de 1963 se estrena Tre höga hattar de Miguel Migura en el Göteborgs Stadsteater 1963. Traducción de Tres sombreros de copa, a cargo de Arne Lundgren. Dirección de Herman Ahlsell.

Hasse och Tage: Picassos äventyr (1978)

Las aventuras de Picasso (Tage Danielsson, 1978). Se trata de una película surrealista de comedia sueca de 1978, dirigida por Tage Danielsson y protagonizada por Gösta Ekman. Se basa libremente en la vida de Pablo Picasso, narrada por Toivo Pawlo, presentado por Elsa Beskow.

Hasse och Tage fueron un dúo cómico sueco formado por Hans Alfredson y Tage Danielsson.

Sueca para todo (1970)

El vodevil de Barreby Sueca para todo se estrenó el 23 de julio de 1969 en el Teatro Cómico de Madrid. Adaptación de C. Romero. Intérpretes: Maite Toledo, Chon Molero, Nida Álvarez, Roberto Samsó, y Enrique Vera. Lorenzo López Sancho (ABC, 25 julio 1969, 61):

Ignoro quién es Barreby, qué obras ha escrito, ni dónde las ha estrenado. Desconozco, en qué ciudad, en qué país subió por vez primera a un escenario ésta que, bajo el título de Sueca para todo ha tenido el señor Romero la mala fortuna de patrocinar, como en un violento mentís a todas sus promesas y vocaciones de autor joven. Sólo sé, por Juan Emilio Aragonés, que los pocos críticos que asistieron a su estreno abandonaron el local al final del primer acto. Me enorgullezco de mi resistencia, de mi probidad profesional. Yo solo me di a la huida al final del cuadro en el que Ferdinand, disfrazado bajo el nombre de Fernand, y bajo una cortina, arrastra a la sueca hacia la alcoba. Ya no podía más, pero ahí queda esa marca de resistencia con la que aspiro a clasificarme como el crítico más paciente del año.

Cuando yo era un muchacho, comedias así se representaban en los escenarios de ciertos cafetines de Madrid y provincias. Era el café-teatro de entonces y se basaba en la trasparencia y cortedad de las camisas, en la supresión de ropajes interiores y en la celeridad de las entradas y salidas. Sueca para todo, un poquito más vestida, gracias al cuidado de nuestra censura de espectáculos, es, pese a todo, tan soez como aquellas piececillas de los años treinta. Tan soez, cierto y muclio más idiota. Los personajes son todos admirablemente imbéciles, superbamente inmorales, desde ese padre increíble que cambia de nombre e identidad con el sólo objeto de apuntarse la sueca y que goza para ello de la complicidad de su hijo, un imbécil al que la sueca se ha apuntado de la suegra del hijo, que ha cubierto el apuntamiento amoroso de la sueca y el niñato; de la propia esposa, que es meningítica de nacimiento, y de la propia sueca, una imbécil mayor que todo Escandinavia. Ni una palabra inteligente brota de los labios de estos personajes, ni un atisbo de humanidad. Todo el problema se reduce a saber si el padre desvergonzado, a fuerza de cortinajes, va a conseguir de la sueca lo que ésta con un simple estrip-tease de urgencia ha conseguido del hijo. Es ir directamente a la procacidad inútil, a la pornografía de intención. Y que conste que la pornografía puede ser un elemento justificable cuando encierra, como en Henry Miller, en Gombrowitz, una intención de catarsis, de destrucción, de salvación por la ruptura liberadora.

Si la comedia es pésima y su traducción pobre y desvergonzada, jugando a los equívocos del lenguaje que ya despreciaban las revistas del teatro Martín en los desvergonzados tiempos de Aparisi y Lacalle, la interpretación es peor, lo que supone un fabuloso salto, una marca olímpica. Roberto Samsó es el actor más vulgar, de peor gusto, de más ramplonas maneras que he visto en mi vida, y cuidado que es difícil poder ser tan categórico. Maite Toledo, ni vestida ni menos vestida logra ser importante o atractiva. Nilda Alvarez nada tiene que aportar al teatro español, y si Chon Molero logra efecto tan difícil como sintetizar la nada, Enrique Vera obtiene un éxito admirable fijando los caracteres del niño cursi y repeinado de tal manera, que supera todo lo que nuestro desconocido Barreby podría esperar de un actor. No es que pidamos a quienes asaltan en verano los escenarios matritenses que hagan el Rey Lear pero sí podríamos exigirles la malicia de buscarse algo con pimienta en vez de un guisote como éste que no hay estómago x que lo soporte. En el sistema de censura, que por principio recusamos, es inadmisible que mientras se discute largamente si es viable o no una obra de alta categoría como el Malentendu de Camus, pueda autorizarse una grosería estúpida como esta Sueca para todo que va a salirle a sus creadores sueca para nada.

Turista sueca (2023)

Vengo de Estocolmo y soy una turista
Voy a toda hostia por la autopista
Mi padre es vikingo, mi madre lesbiana
y yo soy la hostia soy una diosa pagana.

Soy de una raza divina y sagrada
Que quema infieles y adora a Abba
Fui de vacaciones, vine para España
y ahora no quiero volver a las montañas

Soy una turista, tu-turista sueca
Cuando cae el sol yo tiro a la discoteca
Soy una turista, tu-turista sueca
Dame un par de copas que me estoy quedando seca

Soy una turista, tu-turista sueca
Tengo melenaza soy la envidia de las nenas
Soy una turista, tu-turista sueca
Si te cruza en mi camino te rompo las piernas.

Relájate tía, que se te corre el eyeliner.

Amo Benidorm, vaya donde vaya
Es como Manhattan pero tiene sol y playa
Visto a mi gusto, voy bien arreglada
No salgo de casa sin mis medias con sandalias

Los yayos me odian, me dicen adiós,
y se van corriendo a ver a la del acordeón
Todo es muy barato, me pongo bien fina
Me camuflo haciendo twerking con la Gasolina

I love sangría, I love Spain! Ole!

Soy, turista
Soy, muy lista
Soy, turista
Soy la reina de la pista

Emilio el Moro: «Fandango de Cantimpalo» (1972)


Fandango del cantante flamenco-kitsch Emilio el Moro (1923-1987): «Porque allí no hay faldas mini / me gusta Torremolinos/ porque allí no hay faldas mini / las suecas por los caminos / van luciendo sus bikinis / y qué bikinis, amigo». Emilio el Moro era propietario de una tienda de helados al final de calle Aladino.

Los suecos en Torremolinos (1953-1973)

La época dorada del turismo sueco en Torremolinos va de 1953 a 1973.

En julio de 1953 se empiezan a edificar unos modernos apartamentos que llevan por nombre «Casa Suecia», en la cuesta del Tajo. En 1951 llegaron a Torremolinos 251 suecos (a la cabeza figuran los ingleses con 1.256 visitantes, los británicos son los más decididos entusiastas de Torremolinos, los sábados, desde Gibraltar, se desplazan muchos para disfrutar el fin de semana, seguidos de 752 franceses, los suecos y 114 belgas). De los 7.000 viajeros que pasaron por Torremolinos en 1953, 489 eran suecos.

1954

En 1954 comienza la leyenda de las suecas, cuya máxima expresión la tendremos a partir del año 1966, en conocidas comedias cinematográficas. ¿Por qué fueron las suecas las preferidas de los españoles, y no las danesas, las noruegas, las inglesas, las francesas o las alemanas, que estadísticamente veraneaban en mayor número? ¿Qué hacía distinto al colectivo de las suecas? ¿porqué se han perpetuado en el imaginario popular español, como símbolo sexual de una época determinada? La respuesta se encuentra en el Colegio Sueco de Vacaciones para señoritas, que se instala en Torremolinos en julio de 1954 y que permanecerá en actividad hasta mediados de los 60.

1958
El 22 de marzo de 1958, la princesa Margarita de Suecia llega a Málaga para pasar unas semanas de descanso en el hotel El Pinar de Torremolinos.

Se funda el Skal Club Torremolinos, coincidiendo con el ´boom´ del turismo en la zona. 1.

1963
26 Mayo 1963. En el número 25 de la calle del Carmen, en la Carihuela, acaba de abrir sus puertas Don Pedro. Se trata de una galería de arte y especie de club privado para socios suecos. Su impulsor y propietario es Per Egon Goranssson (Högestad, Escania, 1924-2013), conocido como Don Pedro en Torremolinos.

Goransson fue una institución en La Carihuela, y se dice que fue quien recibió el primer vuelo chárter sueco a la Costa del Sol en 1959. El primer avión chárter con suecos que aterrizó en Málaga fue un Curtis de Transair con 52 pasajeros. Fue el creador de la Spansk Nordiska Sällskapet en Costa del Sol.

1965
9 Septiembre 1965. En las primeras horas de la madrugada del miércoles, se notó un fuerte ruido en la denominada Bajada del Tajo, camino que conduce a las playas del Bajondillo. Según los informes, en dicha bajada existía una cueva que fue revestida con un muro y por efecto de la humedad se ha derrumbado, desprendiéndose gran cantidad de tierra y piedras, cuyo desplazamiento causó enorme ruido. Una de las casas de la bajada ha quedado al aire, por lo que se ha cortado el acceso. Asimismo el Hostal Sola ha sido despejado, que se encontraba repleto de turistas, los que han sido acoplados en otros lugares. En el suceso hubo que lamentar lesionadas, tres súbditas suecas y Remedios González López, de 39 años, vecina de la calle Bajondillo 43, a la que se le apreciaron lesiones leves.

1966
3 Julio 1966. Frente a “Playamar Beach”, cerca de la playa del Lido, encalla el barco sueco “Iris”. Dos hombres rana y un técnico afecto a los servicios marítimos se hicieron cargo de la situación e intentaron el rescate. Finalmente, el barco se partió en dos.

1967
7 Mayo 1967. Miss Suecia, la señorita Eva Lisa Svensson, dice adiós a la costa, después de sus vacaciones en el Hotel 3 Carabelas.

1968
10 Marzo 1968. El Embajador de Suecia en España, Herbert de Borgenstierna, preside la rotulación de las calles Skål y Suecia en la zona de la Roca de Torremolinos. Asistió después a una cena ofrecida por el Skål Club.

1 Mayo 1968. Días atrás se han inaugurado en la urbanización Benyamina un restaurante y una sala de fiestas, cuyos nombres respectivos son “Patos Club” y “Restaurante Sol Arena”, al frente de ambos se encuentran F.C Parkell, inglés y Alf Nilsson, sueco y muy conocido en Torremolinos.

15 Agosto 1968. La actriz sueca Anita Ekberg, después del rodaje de “Un sudario a la medida”, rodada en la Costa, estuvo de compras en Torremolinos; en la boutique Don Miguel eligió un amplio vestuario veraniego.

18 Septiembre 1968. En la sala de fiestas Eldorado se celebró la elección de su miss, que recayó en la señorita sueca Christina Brissman, de Estocolmo (19 años).

1969
24 Septiembre 1969. Pedro’s celebró la elección de su miss, que recayó en la sueca de 19 años, Anne Marie Borden, una chica que llegó a Torremolinos hace una semana y donde piensa quedarse 4 meses, con la finalidad de aprender el español.

1970
5 Abril 1970. Abre el restaurante El Sombrero, en el Pasaje Pizarro, regentados por la sueca Lizzi Sjoedin y su esposo Pedro Fernández, antiguo barman del restaurante Florida. El Pasaje Pizarro fue el mítico lugar al que llegaron Silvio y Gualberto García, buscando un sitio para dormir: «Había como una especie de túnel pasadizo, creo que se llamaba el pasaje Pizarro. Vimos a unos suecos tocando en un garito y preguntamos allí si nos pagarían algo por tocar, que éramos músicos. Y el tío nos dijo: «En el descanso tocáis». Y allí que nos pusimos, yo con la guitarra eléctrica y Silvio a la batería, y no me acuerdo de lo que tocamos, pero fueron un montón de canciones. El caso es que les gustamos y nos preguntaron cuántos éramos en realidad. Les dijimos que a veces éramos cuatro, otras cinco, y el tío nos contrató todo el verano, a cambio, eso sí, de que fuéramos todos allí. Entonces nos dio dinero, cogimos una pensión barata, y desde allí llamamos a los otros […] Durante un mes, tocando todos los días en el club Top Ten y en el Top Twenty, un montón de horas… «.

1971

3 Julio 1971. En su primer aniversario, y en un impactante cartel donde figura una relación de todos los artistas que pasaron por su escenario, entre ellos Las Supersuecas, grupo de 1971. Sé que este «grupo de esculturales mujeres» tocó también en la Discoteca 2.000 de Mallorca. Y en el Saboga de Porto Cristo.

7 Diciembre 1971. Homenaje en Casa Suecia. Un simpático y merecido homenaje fue rendido el pasado domingo a la pintora danesa señora Jytte Boje, en Ricardos Smugler, Bar de Casa Suecia, en la Cuesta del Tajo de Torremolinos. Este homenaje coincidió con la inauguración de una exposición de sus obras en el citado local.

1973
19 Abril 1973. Serafín Ponte, Tomás Chacopino y Antonio Sevilla, el singular trio que anima las noches de “Serafino”, han ganado un viaje a Suecia, invitados por la firma fabricante de la caja registradora, que utilizan para acompañarse en sus ritmos. En Suecia filmarán unos spots comerciales para la televisión sueca. Cajas registradoras Hugin kassaregister.

14 Mayo 1973. Con motivo del II aniversario de la sala Cleopatra, se celebra la elección de “Miss Cleopatra”, que recayó en la señorita sueca Tina Bjorklend.

25 Septiembre 1991. Con asistencia de miembros de la corporación municipal así como un numeroso grupo de personas, se inaugura la calle «Castillo del Inglés», anteriormente y desde 1968 denominada calle «Suecia». La iniciativa partió de un colectivo de vecinos, coordinados por el historiador Carlos Blanco, que demandó la restitución del antiguo nombre de la calle, en homenaje a George Langworthy, Hijo Adoptivo y Predilecto de Torremolinos. Tras la inauguración se ofreció un cóctel a los presentes en el Hotel Castillo Santa Clara, descubriéndose un monumento en su honor en los jardines del complejo hotelero.

NOTAS

  1. que ha dado a la organización tres presidentes mundiales -Salvador Buendía en 1977, Antonio García del Valle en 1985 y Antonio Espinosa en 1998-, todos ellos de la misma empresa: Viajes Savitur. Además, García del Valle también fue presidente mundial y es presidente honorario del Skal Club Internacional, honor que también tiene Buendía.

Solsting och snésprång (2008)

Solsting och snésprång es buskisfars sueca que se estrenó el 29 de junio de 2008 en el Vallarnas Friluftsteater de Falkenberg y que posteriormente estuvo de gira por Suecia. La obra está escrita por Lars y Krister Classon. Según estimaciones, fue vista en vivo por unas 100.000 personas en 2008.

La acción tiene lugar en 1961 cuando una serie de suecos se encuentra accidentalemnte en el Hotel Empradaporro de mallorca. Allí conocen al único empleado del hotel, Felipe González.

Evert Taube: «Fritiof och Carmencita» (1937)

Fritiof och Carmencita («Fritiof y Carmencita»), también llamado «Samborombón», («Samborombón, en liten by för utan gata…») es una canción sueca de 1937 de Evert Taube, publicada en su libro Evert Taubes bästa.​ En la canción Fritiof Andersson cabalga al pueblo Samborombón y hasta una posada donde está la chica guapa, Carmencita, y tras encontrarse bailan un tango. Fritiof quiere casarse con Carmencita pero ella no lo acepta.

Este tipo de bizarrerías marcaron el entendimiento de lo hispano en Suecia hasta los años 60. Existe una gran cantidad de grabaciones de gramófono de la canción, con William Clauson, Kvartetten Syncopen, Olle Adolphson, Sven-Bertil Taube y Erland Hagegård. El 11 de enero de 1981, la grabación de Sven-Bertil Taube estuvo en Svensktoppen durante una semana.

I Samborombon, en liten by förutan gata
Den ligger inte långt från Rio de la Plata
Nästan I kanten av den blåa Atlanten
Och med Pampas bakom sig många hundra gröna mil
Dit kom jag ridande en afton I april
För jag ville dansa tango
Dragspel, fiol och mandolin
Hördes från krogen och I salen steg jag in
Där på bänken I mantilj och med en ros vid sin barm
Satt den bedårande lilla Carmencita
Mamman, värdinnan, satt ivrån
Hon tog mitt ridspö, min pistol och min manton
Jag bjöd upp och carmensita sa:
-Si, gracias, señor, vamos a bailar este tango!
-Carmencita, lilla vän
Håller du utav mig än?
Får jag tala med din pappa och din mamma
Jag vill gifta mig med dej, Carmencita!
-Nej, Don Fritiof Andersson
Kom ej till Samborombon
Om ni hyser andra planer när det gäller mej
Än att dansa tango!
-Ack, Carmencita, gör mej inte så besviken
Jag tänkte skaffa mej ett jobb här I butiken
Sköta mej noga, bara spara och knoga
Inte spela och dricka men bara älska dej
Säj, Carmencita, det är ändå blott för mej
Säj, som du vill dansa tango
-Nej, Fritiof, ni förstår musik
Men jag tror inte ni kan stå I e butik
Och förresten sa min pappa just I dag att han visste
Vem som snart skulle fria till hans dotter
En som har tjugotusen kor
Och en estancia som är förfärligt stor
Han har prisbelönta tjurar
Han har oxar, får och svin
Och han dansar underbart tango
-Carmencita, lilla vän
Akta dej för rika män!
Lyckan den bor ej I kalvar eller kor
Och den kan heller inte köpas för pengar
Men min kärlek gör dej rik
Skaffa mej ett jobb I er butik!
Och när vi blir gifta söta ungar ska du få
Som kan dansa tango

Galenskaparna: «Under en filt i Madrid» (1986)

En 1985, el colectivo de comediantes suecos Gelenskaparna (Los hacedores de locuras) presentó su espectáculo Cyklar (Bicicletas) en Gotemburgo. La representación tuvo un enorme éxito en Gotemburgo y en Estocolmo.

Un elemento importante era una parodia de «Amsterdam» de Jacques Brel, obra de Claes Eriksson, rebautizada como «Under en filt i Madrid» (Bajo una manta de Madrid), presentada con toda la mímica y el drama y gestos característicos del artista belga.

Un sueco en Jerez (La bodega, 1905, de Blasco Ibáñez)

El empleado sueco en Jerez (cap. 1):

Dos empleados extranjeros, uno francés y otro sueco, eran tolerados como necesarios para la correspondencia extranjera; pero don Pablo les mostraba cierto despego, al uno por su falta de religiosidad y al otro por ser luterano. Los demás empleados, que eran españoles, vivían sujetos a la voluntad del jefe, cuidándose, más que de los trabajos de la oficina, de asistir a todas las ceremonias religiosas que organizaba don Pablo en la iglesia de los Padres Jesuitas.

La visita del agente comercial sueco (cap. 2):

Los Dupont tenían un viajante sueco, el mejor agente [propagandista] de su negocio. Colocaba miles y miles de botellas del vino de fuego que producía Marchamalo, en aquellos países septentrionales de noches casi eternas y días de pleno sol, que duran meses. El viajante, después de muchos años de servicios a la casa, había venido a España, pasando por Jerez, para conocer personalmente a los Dupont. Don Pablo había creído indispensable el invitarlo a comer con su familia.

Horrible tormento el que sufrió su madre ante aquel desconocido, enorme de cuerpo, rojo y hablador, con esa alegría infantil de los hombres del Norte cuando se ponen en contacto con el sol y los vinos de los países cálidos.

Doña Elvira acogía con una sonrisa traidora su charla incesante en un español trabajoso; los gritos de asombro que le arrancaba el haber visto tantas iglesias, tantos frailes y curas, tantos mendigos, los campos cultivados como en los tiempos prehistóricos, las costumbres bárbaras y pintorescas, las plazas de ciertas poblaciones llenas de hombres con los brazos cruzados y el cigarrillo en la boca, esperando que fuesen a alquilarles.

Dupont tosía fingiéndose distraído como si no oyese al huésped, mientras su madre seguía con asombro los estragos que hacía el forastero en los platos. ¡Qué manera de comer! Aquello no podía hacerlo un cristiano. Además, era rojo, como Luzbel y Judas, el color de todos los enemigos de Dios, y su cara inflamada, de ogro en plena digestión, le hacía recordar las de los malos espíritus que gesticulaban horrorosos en las láminas de su devocionario. ¡Y tener que tratar herejes de esta clase, que se burlaban de un país cristiano porque aún conserva puros e intactos los recuerdos de tiempos más felices! ¡Verse obligada a sonreírle, porque era el mejor cliente de la casa!…

Cuando Dupont se lo llevó, terminada la comida, la señora hizo que los criados quitasen apresuradamente el cubierto, los vasos, todo lo que había servido al forastero, sin que ella se atreviese a tocarlo. ¡Que jamás volviese a ver aquello en la mesa! El negocio era una cosa y otra el alma, que debía conservarse limpia de todo contacto impuro. Y al volver los criados al comedor vieron a doña Elvira, con la pililla de agua bendita de su dormitorio, rociando apresuradamente la silla en que se había sentado el ogro rojo e impío.