Archivo por meses: noviembre 2022

Hilding Rosenberg: Marionetter (1939)

En 1938 Hilding Rosenberg convierte la traducción de Karl August Hagberg de Los intereses creados (Estocolmo, Svenska Andelsförlaget, 1922) en Marionetter (135 minutos, op. 30, suite, op. 31), obra maestra del neoclasicismo sueco, con una rica muestra de recitativos, arias, conjuntos y escenas de danza efectivas. La obertura se basa en danzas barrocas.

El estreno de esta ópera bufa barroca se produjo el 14 de febrero de 1939 en la Royal Swedish Opera, a cargo de Per Lindberg. Contó con la participación especial de Edvin Adolfsson. En el programa se afirma que:

Quizás fue principalmente debido al Premio Nobel que la gente en Suecia se dio cuenta de Marionetter o Los intereses creados, como se llama el juego de discursos», dice Per Lindberg. Fue producido por primera vez en 1922 y traducido, también impreso, de manera absolutamente brillante por Karl August Hagberg. “Todos tuvimos mucha ayuda de Karl August Hagberg, el traductor”, admite Rosenberg. Nos ayudó a ponernos en contacto con Benavente, lo que no fue nada fácil en la convulsa España. Agradecemos especialmente la tramitación de ‘Los intereses creativos’, realizada por Hagberg. La trama se ha acortado y concentrado, la prosa de la obra se ha convertido en verso”.

Gabriela Mistral. Correspondencia del Nobel (1940-1946)

Cartas de Hagberg acerca del Nobel (1940-1943):

[Carta] 1940, mar. 16, Lidingo, [Suecia] [a] Gabriela Mistral [manuscrito] Karl August Hagberg.

[Carta] 1940, abr. 9, Lidingo, [Suecia] [a] Señor Ministro [manuscrito] Karl August Hagberg. Comenta asuntos relacionados con la necesidad de publicar los poemas de Gabriela en Suecia, para acercarla al público y a los académicos de la Academia Sueca, con miras a una posible postulación al premio Nobel.

[Carta] 1940, sept. 29, Estocolmo, [Suecia] [a] Gabriela Mistral [manuscrito] Karl August Hagberg. Acusa recibo de la copia de carta enviada por Gabriela, y lamenta no haber recibido su tratado de lenguaje que anunciaba como adjunto. Comenta que ella es la candidata número 1 para recibir el premio Nobel, pero que la Academia Sueca pasa por serios problemas económicos ese año. Menciona también al ministro Errázuriz.

[Carta] 1940, nov. 22, Lidingo, [Suecia] [a] Gabriela Mistral [manuscrito] Karl August Hagberg. Asuntos relacionados con la candidatura de Gabriela al premio Nobel y con la traducción de su obra al sueco.

[Carta] 1943 ago. 7, Lidingö, [Suecia] [a] [Gabriela Mistral] [manuscrito] Karl August Hagberg. Comenta varios asuntos sobre el libro de traducciones de poemas de Gabriela Mistral que está terminando, menciona a su amigo, el Señor Errázuriz y a M. Daireaux, quien escribió sobre ella en su «Panorama». Adjunta además una lista con los poemas traducidos.

Ernesto Dethorey (1941-1946)
Gabriela Mistral interpretada al sueco [manuscrito] Ernesto Dethorey. Artículo sobre la presentación de Gabriela Mistral al público sueco, realizada por Hjalmar Gullberg.

[Carta] 1941 dic. 2, Estocolmo [a] Carlos Errázuriz, Santiago de Chile [manuscrito] Ernesto Dethorey. Informa sobre una presentación hecha por el académico Hjalmar Gullberg de Gabriela en la revista sueca «Bonniers Litterära Magasin», y da cuenta sobre los asuntos relacionados con el premio Nobel de literatura, entre ellos traducciones de la obra de Gabriela realizadas por Karl August Hagberg, y se refiere también a su interés en traducir las obras de Selma Lagerlöf para Zig-Zag.

[Telegrama] 1946 ene. 6, Estocolmo [a] Gabriela Mistral, París [manuscrito] Matilde Gertie y Ernesto.

[Carta] [1946] enero 6, Estocolmo [a] Gabriela Mistral [manuscrito] Mathilde Goulard y Ernesto Dethorey. Asuntos relacionados con un proyecto de contrato editorial y un envío de libros y discos de gramófono.

[Carta] 1946 ene. 18, Estocolmo [a] Gabriela Mistral, París [manuscrito] Ernesto Dethorey. Recuerda la visita de Gabriela a Suecia y comenta lo que se ha dicho sobre ella en la prensa sueca, envía un listado con nombres y direcciones solicitadas por Gabriela, y señala que su carta a Victoria Ocampo y «Luto» salieron ya.

[Carta] 1946 ene. 19, Estocolmo [a] Gabriela Mistral, París [manuscrito] Ernesto Dethorey. Confirma carta y telegrama en el que se refería a una película corta que Gabriela vio en el estudio de Europa Film, hablada en sueco por Selma Lagerlöf y que el mismo estudio le había pedido a ella que la hablara en español.

[Telegrama] 1946, Estocolmo [a] Gabriela Mistral, París [manuscrito] Ernesto Dethorey. Pregunta cuándo podrán reunirse a grabar la lectura de un texto acerca de Selma Lagerloef para una película.

Carlos Errázuriz Ovalle
Carlos Errázuriz Ovalle se inició en la actividad diplomática como cónsul de Chile en Zúrich entre 1920 y 1937, lo fue también en Suecia entre 1939 y 1941, y en Canadá entre 1942 y 1945. La candidatura de Gabriela Mistral para el Nobel fue obra de su amistad con Hagberg en 1940.

[Carta] 1942 ene. 19, Santiago [a] Gabriela Mistral [manuscrito] Carlos Errázuriz Ovalle.

Karin Alin

[Carta] 1945 déc. 16, Stockholm, [Sweden] [a la] Señora Gabriela Mistral [manuscrito] Karin Alin. Propone contactar a Gabriela Mistral con editores en Noruega, Finlandia y Dinamarca, y adjunta una carta en sueco, dirigida a Goulard con fecha 22 de diciembre de 1945, en la que se refiere a Gabriela Mistral.

[Carta] 1946 janv. 22, Stockholm, [Suecia] [a] Senora Gabriela Mistral, Paris [manuscrito] Karin Alin. Comenta que ayudó a Hjalmar Gullberg con la colección de poemas de Gabriela, y manifiesta su interés en difundir la obra en Noruega y Finlandia. Expone además varios asuntos relacionados con las diferentes editoriales en Escandinavia.

[Carta] 1946 févr. 8, Stockholm, [Suecia] [a] Senora Gabriela Mistral, Hotel Bristol, Paris [manuscrito] Karin Alin. Expresa su sorpresa por una carta escrita por otra persona en nombre de Gabriela, diciendo que ella prefiere entenderse directamente con los editores, y señala que se ha sentido desacreditada frente a éstos, en su calidad de agente. Reitera en todo caso su ofrecimiento de negociar ediciones en Dinamarca, Noruega y Finlandia.

[Carta] 1946 Oct. 16, Stockholm, [Suecia] [a] Senora Gabriela Mistral Chilian Legation, Los Angeles [manuscrito] Karin Alin. Comenta que Aslaug Vaa, poetisa noruega, traductora de Lorca, desea traducir algunos poemas de Gabriela, que detalla en una lista, para lo cual pide su autorización. Menciona que estuvo conversando con Hjalmar Gullberg y con Ernesto Dethorey sobre el tema, y nombra al español residente en Oslo, Paul Gauguin, nieto del pintor quien también podría traducir su obra. Menciona además que existen dos lenguas en Noruega, un dialecto y un idioma común.

Högdahl 1946

[Carta] 1946 feb. 10, Göteborg, Sweden [a] Gabriela Mistral, Buenos Aires, [Argentina] [manuscrito] Erland Högdahl.

Un sueco en Jerez (La bodega, 1905, de Blasco Ibáñez)

El empleado sueco en Jerez (cap. 1):

Dos empleados extranjeros, uno francés y otro sueco, eran tolerados como necesarios para la correspondencia extranjera; pero don Pablo les mostraba cierto despego, al uno por su falta de religiosidad y al otro por ser luterano. Los demás empleados, que eran españoles, vivían sujetos a la voluntad del jefe, cuidándose, más que de los trabajos de la oficina, de asistir a todas las ceremonias religiosas que organizaba don Pablo en la iglesia de los Padres Jesuitas.

La visita del agente comercial sueco (cap. 2):

Los Dupont tenían un viajante sueco, el mejor agente [propagandista] de su negocio. Colocaba miles y miles de botellas del vino de fuego que producía Marchamalo, en aquellos países septentrionales de noches casi eternas y días de pleno sol, que duran meses. El viajante, después de muchos años de servicios a la casa, había venido a España, pasando por Jerez, para conocer personalmente a los Dupont. Don Pablo había creído indispensable el invitarlo a comer con su familia.

Horrible tormento el que sufrió su madre ante aquel desconocido, enorme de cuerpo, rojo y hablador, con esa alegría infantil de los hombres del Norte cuando se ponen en contacto con el sol y los vinos de los países cálidos.

Doña Elvira acogía con una sonrisa traidora su charla incesante en un español trabajoso; los gritos de asombro que le arrancaba el haber visto tantas iglesias, tantos frailes y curas, tantos mendigos, los campos cultivados como en los tiempos prehistóricos, las costumbres bárbaras y pintorescas, las plazas de ciertas poblaciones llenas de hombres con los brazos cruzados y el cigarrillo en la boca, esperando que fuesen a alquilarles.

Dupont tosía fingiéndose distraído como si no oyese al huésped, mientras su madre seguía con asombro los estragos que hacía el forastero en los platos. ¡Qué manera de comer! Aquello no podía hacerlo un cristiano. Además, era rojo, como Luzbel y Judas, el color de todos los enemigos de Dios, y su cara inflamada, de ogro en plena digestión, le hacía recordar las de los malos espíritus que gesticulaban horrorosos en las láminas de su devocionario. ¡Y tener que tratar herejes de esta clase, que se burlaban de un país cristiano porque aún conserva puros e intactos los recuerdos de tiempos más felices! ¡Verse obligada a sonreírle, porque era el mejor cliente de la casa!…

Cuando Dupont se lo llevó, terminada la comida, la señora hizo que los criados quitasen apresuradamente el cubierto, los vasos, todo lo que había servido al forastero, sin que ella se atreviese a tocarlo. ¡Que jamás volviese a ver aquello en la mesa! El negocio era una cosa y otra el alma, que debía conservarse limpia de todo contacto impuro. Y al volver los criados al comedor vieron a doña Elvira, con la pililla de agua bendita de su dormitorio, rociando apresuradamente la silla en que se había sentado el ogro rojo e impío.